Análisis

Se fractura el cabecismo


Por Oscar Díaz Salazar

De la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira, trascienden los detalles de la lucha soterrada, pero muy agresiva, en la que participan los aspirantes a suceder al señor de los cuernos.

Las ambiciones están desatadas y quienes se sienten con méritos o posibilidades de llegar a ocupar el despacho principal del palacio de gobierno en la capital de Tamaulipas, rompen lanzas y fomentan los ataques a los que, habiendo sido compañeros de viaje, parte de un mismo equipo y defensores de las mismas siglas (PAN), hoy los ven como enemigos, como estorbos en su ascenso al poder, como pretendientes de la misma «chamaca».

Resulta que a varios políticos que se definen a sí mismos como cabecistas químicamente puros, les preocupa, – y ahora les ocupa -, el crecimiento político del alcalde de Tampico Jesús Nader. El Chucho Nader se ha erigido como el rival a vencer para los cabecistas del norte (para ser más exactos: del Sur de Texas) pues la presidencia municipal del puerto es mejor plataforma que la que traen los «956» o panistas tex mex. Tampico es una ciudad con tradición panista, a diferencia del neopanismo convenenciero de las ciudades fronterizas. Los empresarios del Grupo Tampico ya demostraron sus alcances, al llevar a uno de los suyos, Vicente Fox, a ocupar la silla del águila.

La primer señal de la fractura del grupo cabecista con Chucho Nader, la observamos recientemente en la clausura de los trabajos que las cuadrillas de la COMAPA de Tampico pretendieron realizar en la zona centro del puerto. El gerente de la COMAPA, Jorge Federico Rivera Schotte, en muy poco tiempo se reveló cómo la cuña que puso Ismael García Cabeza de Vaca, para frenar el crecimiento político de Chucho Nader.

Ismael utiliza a Rivera Schotte como ariete para neutralizar al presidente municipal porteño y de esta manera eliminarlo como suspirante a la gubernatura. El asunto de la cancelación de las obras de COMAPA fue el primer round de un pleito que en el fondo es por alcanzar la nominación del PAN para la gubernatura del estado.

Agraviado el primer hermano del estado por el maltrato a su pupilo, procedió a entregar las llaves de la casa / búnker / oficina que Chucho Nader había puesto al servicio del senador.

Esta acción de regresar las llaves de la casa sede del cabecismo en el sur de Tamaulipas, se interpretó como el penoso trance por el que pasan las parejas cuando los (antes) enamorados se reintegran las cartas de amor, los monos de peluche y los múltiples regalos que con tanto amor e ilusión se obsequiaron el uno al otro.

Pinta para ponerse muy interesante el tema de la sucesión panista en Tamaulipas. Esto apenas comienza. El alcalde tampiqueño debe saber que el último que se atrevió a desafiar al hermano consentido, fue Víctor Sáenz, y que si no lo hicieron perro del mal, fue para que no divulgara lo mucho que les sabe.

La pertinencia de hacer obras, la ponderación sobre el «tiimming» para abrir las calles del centro histórico, la exigencia de cumplir con medidas de seguridad, normas ecológicas y otras cosas por el estilo, son un mero pretexto para que los aspirantes a la gubernatura se estorben los unos a los otros.

15 de junio de 2020

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