YO QUE TÚ, NO SALÍA.
Guadalupe Escobedo Conde.
Llega el fin de semana y culmina la Jornada Nacional de la Sana Distancia impuesta por el gobierno federal para contener los contagios del virus que causa el COVID 19, estamos en plena fase 3 de transmisión de la enfermedad y al mismo tiempo ha terminado la aparente calma en la política que dio un poco de tregua al tema de salud, en sincronía se retoma ahora con más intensidad. Se pelean las legisladoras por supuestas ideologías, se demanda a Gatell por presunta misoginia, se empeña el presidente en retomar sus giras y se alborotan todos los partidos y políticos.
Mala combinación la de estos tiempos. Nada esta tan peor, que no pueda emporar.
La supuesta nueva normalidad me atemoriza, no hubo reglas claras para el confinamiento y tampoco se han dilucidado para el desconfinamiento, contrario a lo que pasa en otros países, aquí en el terreno agreste de la función pública, no sabemos qué va a pasar, nos carcome la incertidumbre sobre la economía, el empleo, la salud, la seguridad, la educación, la socialización. ¿Ahora a qué nos enfrentaremos allá afuera? Nadie sabe aun lo que nos espera.
Después de la pausa mundial, donde se supone todos entramos a la introspección personal y la reflexión social, que nos permitiría enfrentar los nuevos tiempos con mejor ánimo, estamos casi como empezamos, en las cuestiones que importan a las mujeres, este país no avanza un ápice en una política de gobierno que dé respuesta a las demandas de seguridad y respeto a los derechos humanos, que exigen las mexicanas.
En medio de la pandemia, se desarrolló el encuentro virtual “Diálogos con Iberoamérica para vencer el COVID-19” participaron ministras de instituciones dedicadas a las gestión pública de las mujeres, Costa Rica, Argentina, España y México entre otras, todas hablaron de las acciones que sus países realizan para mitigar el impacto de la pandemia en las mujeres, dijeron que “la nueva normalidad tiene que ser la igualdad de género”, la brecha económica es el gran obstáculo para avanzar, la desigualdad económica que provoca que los derechos de las mujeres no se puedan ejercer, desde la educación hasta los reproductivos, por eso es preciso colocar a las mujeres en el centro de toda política pública.
En este sentido, Costa Rica implementó el “bono proteger”, destinado a las desempleadas por la contingencia; Argentina maneja ahora una agenda de cuidado más justa, ya que “la actual desigualdad de estas tareas está conectada con la feminización de la pobreza, permutación de las situaciones de violencia y autonomía económica de las mujeres” relata el comunicado referente a esta reunión Cimac noticias. Argentina impulsa además licencias para el cuidado de los niños y un ingreso familiar emergente para compensar la disminución de ingresos.
En España se implementó un programa para protección de las mujeres en el confinamiento, que es ejemplo mundial, además están implementando más acciones para atender a víctimas de trata y explotación sexual; habilitaron una aplicación móvil como botón de emergencia, que al solo aplanarlo, da con el paradero de la víctima.
En esta exposición internacional México informó de sus atenciones a las mujeres, sin embargo las otras cifras, refieren que no son las más optimas, pues la tasa de feminicidio y violencia va a la alza.