Análisis

¿CUÁNTOS MUERTOS QUEREMOS?

Meliton García de la Rosa.

Han pasado poco más de dos mese de que Tamaulipas anunció su primer caso de Covid-19, el 16 de marzo, es pertinente reflexionar cómo vamos, al estar entrando a la etapa más crítica de la pandemia en la zona, que de acuerdo a la versión Federal será la última semana de Mayo, aunque en lo local ya se considera estar en la etapa más crítica.
Así es mis queridos boes, los tamaulipecos teníamos dos opciones cuando la terrible pandemia llegó al estado, las dos con saldos mortales, las dos con miles de enfermos, pero una con proporciones que rebasan por mucho las capacidades para hacerle frente.
Gloria Molina, Secretaria de Salud en Tamaulipas, se los advirtió a los alcaldes, al propio gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca y al gabinete los primeros días de abril en una reunión para la evaluación y la estrategia contra el virus.
El menor de los males, según Molina, sería uno que tras dos meses no se ha alcanzado y que prevé alrededor de
10 mil 300 contagios y poquito menos de 400 muertos; 394 para ser precisos, datos obtenidos de un modelo matemático.
En este escenario se estiman apenas 1 mil 500 personas hospitalizadas y de estas el cálculo es que se necesitarían 157 ventiladores mecánicos para intentar salvarles la vida.
Este escenario será posible, advirtió Molina, si atendemos las medidas de confinamiento, la sana distancia, el uso de cubre bocas y el lavado de manos.
Y en el peor de los escenarios, también advertencia de la doctora Molina, la historia sería espeluznante: más de 35 mil contagiados, 5 mil hospitalizados y 1 mil 543 de estos perderían la vida.
En este último escenario, que esperemos no se dé, seguro veríamos hospitales rebasados por que las camas serían insuficientes, las morgues tampoco lo serían, por lo que habría que pensar en un espacio para apilar cadáveres y cosas de película de espanto que ya vimos en España, Italia, Nueva York y Ecuador.
Para el primer escenario, que repito aún no se cumple, Tamaulipas estaría sobrado de camas específicas para atender a enfermos de Covid-19, tendría incluso ventiladores de sobra, porque hasta el 20 de abril había 342 y solo se necesitarían 157.
Mientras que para el escenario más trágico, además de las escenas que ya planteaba, se requerirían por lo menos 850 ventiladores mecánicos; muchos más que los que se tenían para el 20 de abril, aunque se han seguido comprando y la propia Molina declaró que la meta de Tamaulipas es tener en total 900.
Esos son los escenarios, al 19 de Mayo; es decir anoche Tamaulipas sumaba 1 mil 167 casos de contagio, de estos poco más de la mitad estaban activos, 608, mientras que 485 ya se habían recuperado y por lo tanto no son ya foco de contagio y lamentablemente 74 personas han muerto por el virus.
¿Qué nos indica esto?, que solo con lo que ha dicho Hugo López Gatell y Gloria Molina, uno de la 4T y ella de Tamaulipas, si estamos entrando en la fase más difícil y esta podría superarse en poco más de dos semanas, el escenario que más posibilidades de ocurrir tiene es el menos trágico.
En este se pronostican 394 muertos y apenas van 74; también se prevén 10 mil 300 contagios y apenas van 1 mil 167.
Para que ocurra el peor de los pronósticos; es decir 1 mil 534 muertos y 35 mil contagios, tendría que crecer el número de enfermos de manera exponencial en menos tiempo a cómo ha estado ocurriendo.
Pero claro que aún es posible que alcancemos el peor de los escenarios y que en Tamaulipas perdamos más de 1 mil 500 paisanos, padres, hermanos, primos, amigos o compañeros de trabajo.
De hecho es más sencillo provocar que ocurra esa gran tragedia, porque basta con que relajemos las medidas de aislamiento, de protección con cubre bocas y de lavado de manos, si como lo hicieron los irresponsables que el Día del Niño abarrotaron las pizzerías o como las señoras que se creen listas y van a las loterías clandestinas, o los que organizan fiestas en el patio trasero de sus casas, creyendo que hacen mensa a la autoridad.
En pocas palabras, vamos por
buen camino, no lo echemos a perder confiándonos en que nada nos pasará, creyendo que cuando nos dicen que la curva se está aplanando significa que podemos salir corriendo a festejar.
Vienen días muy difíciles, porque los casos positivos irremediablemente van a crecer en mayor número cada día y los muertos también, ayudaremos bastante si no formamos parte de la estadística.
Ayudaremos mucho más, si apoyamos a quien no tiene que comer
en su casa para sí mismo o su familia, porque evitaremos que salga a buscar y se exponga y los exponga.
Compartamos, hoy y los días que vienen más que nunca regalar una despensa, un plato de comida o un billete, será regalar vida.
Ayudemos a nuestras enfermeras y nuestros doctores que luchan de frente contra el virus a no aumentarles la carga de trabajo y al mismo tiempo agradezcámosles la heroica labor que realizan y cierro con esta frase que aprendí en la Cruz Roja: Solo Dios crea la vida, pero no hay nada más parecido a crear una vida, que salvar una vida.

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