Columnas

EL FLORERO DEL PALACIO.

Meliton García de la Rosa.

El presidente Andrés Manuel López Obrador lo dice frecuentemente: “no somos florero”, pero hay hechos que indicanla debilidad de Poder Ejecutivo Federal ante las crisis que enfrenta, convirtiéndolo en un bote con agua y
flores arrinconado en una esquina.

Así es mis queridos boes, México padece tres crisis, la de seguridad que traemos desde el sexenio de Felipe Calderón, la económica y la de Salud por la pandemia del Covid que llegaron con López Obrador.

No son pocos los analistas que presentan a AMLO como un ‘monstruo’ en el manejo de la opinión pública, experto en provocar la conversación y mover la agenda a su antojo. Algo tienen de razón. El caso es que para lo que se le eligió Presidente, para lo que se le paga como tal, si se está viendo como un florero y como consecuencia otros poderes, otros actores de la vida pública nacional están tomando decisiones que le corresponderían al tabasqueño.

En la crisis de seguridad, la pobre actuación de AMLO ha dado al traste con los avances que se lograron en los dos sexenios anteriores. Se destruyó a la Policía Federal en lugar de sanearla, se desmanteló la infraestructura tecnológica que costó millones de dólares y que sirvió para dar notorios golpes al crimen organizado. El saldo: más homicidios, más secuestros, más extorsión y la libertad para que los grupos de la delincuencia operen muchas veces a la luz del día, al amparo de la omisión del gobierno federal. Ejemplos: fue Ovidio Guzmán el hijo de El Chapo, el que tenía el mando en aquel operativo fallido para detenerlo en Culiacán, mostró que podía voltear al revés a todo un estado de la República y mantener a México conectado mientras sometía a la 4T.

Fue la misma firma delincuencial la que llevó a AMLO al cumpleaños de Ovidio para que saludara a su abuela, la madre de El Chapo.

En aduanas, lo reconoció el propio López Obrador ayer y antier, la corrupción no los dejó operar como gobierno, ya van dos titulares de Aduanas y nada,
ahí mandan los grupos más organizados y fuera de la ley.

En la otra crisis, la económica que se agudizó desde el año pasado en que entramos en recesión, comenzaron a bajar las calificaciones del país y de Pemex, ocurre lo mismo: AMLO es un florero.

Se ha negado una y otra vez a dar apoyo a los empresarios para mantener
la planta laboral en medio de la pandemia pese a las evidencias de que ya se
habrían perdido unos 750 mil empleos y la cifra puede dispararse a 2 millones.

AMLO prefiere regalar 25 mil pesos a los changarreros afiliados a los programas electorales de su administración para decir que apoya, pero esa cantidad, júrenlo, no podrá mantener los empleos que siguen a la baja.

Mientras “El Florero” regala dinero que no producirá, los organismos patronales diseñan un plan de emergencia económica para cuidar la plantilla laboral, proponen diferir pago de impuestos y un salario de crisis en el que intervendría la Federación. La respuesta de AMLO fue no. Los empresarios deciden actuar por su cuenta, consiguen un crédito de 12 mil millones de dólares, mismo que se distribuirá entre 30 mil micro y
pequeños empresarios para evitar que quiebren y con ello evitar además que
crezca el desempleo.

Ni un solo peso pagará el gobierno de la 4T, pero AMLO ya reaccionó en
contra, no le gustó el modito, le huele a corrupción. No hace ni deja de hacer,
punto.

La crisis más urgente, la de la pandemia de Covid-19 es la otra en que el
capitán de la 4T se ha visto de adorno. Fueron los gobernadores los que tomaron la batuta para suspender clases antes de que la Federación decidiera
actuar. Fueron los gobernadores los que instruyeron la colocación de filtros
en carreteras y en las ciudades para desalentar el tráfico.

Han sido los gobernadores los que respondieron al llamado de auxilio del
personal de salud federal ante la falta de equipo de protección y comenzaron a proveérselos, ahora ya lo hace la Federación. Y son 340 municipios de 15 estados, los que han tomado la decisión de blindar o cercar sus límites y evitar que foráneos entren.

Gobernación de la 4T en la que el florero es Olga Sánchez apenas alcanza a cuestionar la decisión, dice que es ilegal, como el toque de queda en algunos pueblos del país, como la ley seca. Pero nada más, no tiene fuerza
de autoridad. Ya hemos leído noticias en las que los grupos del poder fáctico han y siguen repartiendo despensas en muchos estados del país, los mismos
que incluso han ordenado toques de queda, porque el gobierno Federal
parece no existir.

No existe, porque López Obrador prefiere pelearse todas las mañanas
con los medios, los empresarios, las calificadoras, los gobernadores, victimizarse para justificar sus ineficiencias, mientras otros poderes toman
decisiones. Nos urge pues un presidente, no nos hace falta un florero y menos unpleitista en cadena nacional dividiendo cada vez más al país todas las mañanas.

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