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Verba Luminis | La mujer… La familia… En tiempos de crisis…

César Fentanes banda.

Conforme a los señalamientos que han hecho diversas organizaciones civiles y colectivos femeninos, en esta cuarentena obligada por motivos de salud, han incrementado los casos de violencia en contra de la mujer, principalmente la doméstica, e inclusive en algunos estados de la república han aumentado las cifras de feminicidios.

La violencia contra la mujer es cualquier acción o conducta que le cause daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico en su ámbito privado o público, lamentablemente puede tener lugar dentro de la familia o unidad doméstica, en el trabajo, en instituciones educativas, en establecimientos de salud o en cualquier lugar de la comunidad.

En estudios realizados por estos colectivos y organizaciones no gubernamentales y debido al confinamiento impuesto por el gobierno federal de mantenernos dentro de nuestros hogares por esta pandemia, se ha percibido que la mujer es más susceptible de sufrir violencia psicológica, física, económica, sexual y familiar. ¿En qué consiste la violencia psicológica? Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica de la mujer y puede consistir en negligencia, abandono, insultos, humillaciones, descuido reiterado, devaluación, marginación, desamor, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, amenazas o cualquier otro acto que conlleve a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima, comparaciones destructivas, rechazo e incluso al suicidio, es decir, cualquier acto abusivo de poder, u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir de manera física¸ verbal, psicológica a las mujeres dentro o fuera del domicilio familiar. Es estos casos la mujer tiene el pleno Derecho a denunciar.

Debemos proteger a la familia como célula básica de la sociedad, ya que la familia constituye una comunidad de amor y solidaridad, insustituible para la enseñanza y transmisión de los valores éticos, culturales, sociales, espirituales, esenciales para el desarrollo y bienestar de sus propios miembros y de la sociedad. Es tiempo de que se fomente relaciones de amor entre padres e hijos, y todos los miembros que la componen enriqueciéndola con valores de amor, solidaridad, comprensión, que nos lleva a salir de esta situación de crisis como mejores personas, y para ello debemos darle a la mujer el papel importantísimo que desempeña dentro de la familia. Por favor, quédate en casa.

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