LA REPÚBLICA DEL RÍO GRANDE, O EL NORTEXIT.
Por: Francisco Cuéllar Carmona.
“ impulsos separatistas de los Estados del norte lo sustentan en las grandes recaudaciones que hacen y envían a la Federación y esta les devuelve una miseria. No así, a las entidades del sur del país, a quienes se les da otro trato”
Ahora que la confrontación política entre el Presidente López Obrador con casi todos los gobernadores, ha subido de tono y las señales de ruptura se vuelven cada vez mas posibles, varios mandatarios han puesto en la agenda pública, la posible salida del Pacto Federal. El argumento de los inconformes es que la Federación da un trato injusto en el reparto del presupuesto, «y eso no puede seguir», lo dijo recientemente, Enrique Alfaro, de Jalisco.
Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, de Nuevo León lo ha venido proponiendo desde que llegó al cargo, pero ahora con el asunto del Coronavirus, los reproches y los pleitos por el dinero para combatir la pandemia, arrecieron, y tanto el Bronco, como los gobernadores de Tamaulipas, García Cabeza de Vaca y de Coahuila, Miguel Riquelme unieron sus voces y volvieron hablar del tema para salirse del Pacto Federal y poder manejar sus propios recursos y dejar de recibir las migajas presupuestales de la Federación. Javier Corral, de Chihuahua, la semana pasada se sumó a ese reclamo y apoyó la propuesta de sus homólogos.
El mismo senador de Movimiento Cuidadano, por Nuevo León, Samuel García ha insistido en esa posibilidad.
Los impulsos separatistas de los Estados del norte lo sustentan en las grandes recaudaciones que hacen y envían a la Federación y esta les devuelve una miseria. No así, a las entidades del sur del país, a quienes se les da otro trato. Esta acción se ha manifestado más con la llegada del gobierno de la 4T que está obsesionada con los pobres del sur del país.
«No es posible que a tanto tiempo, el sur y el centro del país presenten muchos rezagos y desigualdades económicas, políticas, de distribución del gasto público del centro, que es donde se despilfarra y se embolsan dinero que en esta región es necesario», escribió un promotor de la separación de los Estados del Norte para crear la «República del Norte», y que incluiría a los Estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Durango, Chihauhua, Sonora, Sinaloa y las Bajas Californias.
Históricamente existe un antecedente de separación del Norte sobre el Sur. Después de consumada la independencia en 1824, se constituyó la República del Río Grande y la integraban Texas (aun pertenecía a México), Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, y tenía dos capitales (Laredo y ciudad Victoria). Su bandera tenía tres estrellas que representaban los estados fronterizos que hoy por culpa del Covid-19 se han unido para defenderse de los malos tratos recibidos por el gobierno de López Obrador. Coincidentemente, Tamaulipas, NL y Coahuila tienen la reserva de gas más grande del mundo en la Cuenca de Burgos. La República del Río Grande, duró menos de un año ante las discrepancias politicas con Texas.
Analistas e investigadores extranjeros ya están hablando de la «Balcanización de México» y aseguran que el gobierno del Estados Unidos está alentando las intenciones separatistas de los Estados del Norte para crear lo que una vez fue la República del Rio Grande, o lo que empiezan a llamar «Nortexit». Incluso, afirman que los gringos lo hacen con toda la intención quitarle a México el gas de la Cuenca de Burgos que está en el subsuelo de Tamaulipas, Nuevo Leon y Coahuila.
El asunto del Covid-19 y los pleitos por los dineros para combatirlo, es un buen pretexto para revitalizar esta propuesta separatista, que el mismo gobierno de la Cuarta Transformación también alienta por sus actitudes divisionistas y de confrontación.
Nunca como ahora, un Presidente del país había polarizado a la sociedad y a los actores políticos, económicos y culturales. En el contexto que se vive, con una pandemia y una crisis económica profunda, las fracturas y las divisiones pueden acabar con la hegemonía territorial de la República. Y aunque la separación no es imposible, sería un camino lastimoso constitucionalmente hablando ya que se estaría yendo en contra de la acta que constituyó la República en 1824.
En estos tiempos que el munid y el país, están patas arriba, más que una ruptura se necesita la unidad de todos.