Coronavirus: no hay manera de que no llegue
CRISTINA GÓMEZ
Ya suman 16 casos en México y si algo queda muy claro es, de que va a llegar, va a llegar a Tamaulipas y no habrá presupuesto público que alcance si la pandemia escala a su nivel crítico. Anoche se reportaban también 82 pacientes sospechosos, por fortuna ninguno de la entidad, pese a sus tres puertos y cinco aeropuertos internacionales por donde ingresa mucha población flotante de México y del mundo. Los nuevos casos tienen también antecedente de viaje al extranjero, pero se prevé que en dos semanas se entre a la fase de transmisión comunitaria, lo que significa que ya no serán casos importados sino resultado del contagio de los viajeros a personas cercanas y estas a otras con las que hayan tenido contacto. Se esperan cientos de enfermos. “Estamos preparados”, afirmó la secretaria estatal de Salud Gloria Molina. Al mediodía de este jueves, sus cifras eran de 11 casos confirmados en el país, pues el de Nuevo León pidió esperar a que se hiciera oficial. Llamó a los tamaulipecos a ser socialmente responsables ante esta amenaza de salud, porque la prevención es la única forma de contención efectiva contra el coronavirus, lavado permanente de manos con agua y jabón, estornudo “de etiqueta”, consumir alimentos ricos en vitamina C y, si es influenza, quedarse en casa. Con esta última enfermedad (que registra ya 54 casos positivos y cinco muertes en la actual temporada) se puede ensayar, dijo la funcionaria. De nosotros depende, destacó Molina Gamboa, el contagio de coronavirus. Va en serio, en MILENIO Tamaulipas recientemente dimos a conocer que las enfermedades de las vías respiratorias no daban tregua y el estado se hallaba en foco naranja según la Secretaría de Salud federal. Lo anterior, con un tercer lugar nacional en incidencia y un acumulado de 142 mil 260 enfermos en 2020, por lo que autoridades sanitarias insistían en el lavado de manos para evitar aquí también la principal fuente de contagio. Lo que está en juego con esta nueva enfermedad no es una gripa cualquiera, puede costar la vida si ataca a adultos mayores o personas que ya lidian con diabetes, males cardiovasculares, cardiopatías, cáncer, VIH o que han tenido un trasplante.
Fuente: Milenio