Columnas

EL AMÉRICO DE AYER Y HOY

 FRANCISCO CUÉLLAR CARDONA

En el verano de 1986, en la sede del PRI Estatal, el mantense Abraham Rubio Canales recibió la llamada del Comité Nacional para que informará a la prensa que los sectores del partidazo, se pronunciaban disciplinariamente por el entonces senador, Américo Villarreal Guerra, como candidato a la gubernatura de Tamaulipas para el periodo 1987-1993.

El rostro rojizo de Abraham, a regañadientes y con voz quebrada hizo oficial el destape de Américo, pues desde siempre se la jugó con el otro proyecto que encabezaba Manuel Garza González, «El Meme», conocido en el mundo de la alquimia electoral como el Mapache Mayor por su afición al robo y al taqueo de urnas electorales. 

Las bromas y chistes de la época contaban que cuando Abraham estaba haciendo el anuncio del candidato a gobernador, le temblaba así la voz: «Y el candidato a la gubernatura es… Meme…Meme…Memérico Villarreal Guerra». 

‌Las prendas políticas de Américo para ser candidato en aquel entonces, fue su trayectoria y su imagen ganada en la subsecretaría de Recursos Hidráulicos donde se ganó el respeto de la clase política, amén de la amistad que le unía al entonces presidente Miguel de la Madrid, quien finalmente fue el que decidió su candidatura por encima de la frivolidad del «Meme» Garza.
Coincidentemente en la subsecretaría donde Américo era respetado y admirado, había un joven funcionario tabasqueño a quien el tamaulipeco apoyó e impulsó en su carrera: ese joven funcionario llevaba el nombre de Andrés Manuel López Obrador.

El senador Américo era un caballero, y aunque en su gobierno hubo escándalos de corrupción y rencillas entre su gabinete y su hermano Emilio, se distinguió por ser una administración sobria y con un sentido social alto. «Voluntad y Trabajo», así fue su lema y su programa social de gobierno. Después de ese sexenio, empezó el principio del fin del PRI como partido. Los gobiernos posteriores le abrieron la puerta al narco y fueron tan permisivos con este que hoy todavía se sufre por ese cáncer que daña a la sociedad tamaulipeca.

Del destape de Américo han pasado 34 años, y hoy, más de tres décadas después, su hijo del mismo nombre, Américo Villarreal Anaya, bajo otras circunstancias y realidades políticas, se ha autodestapado como aspirante a la gubernatura del Estado para el 2022.

Este fin de semana en Nuevo Laredo a donde asistió como representante del Senado de la República a la ceremonia del abrazo por la hermandad en el marco del natalicio de George Washington, el senador por Morena, Américo Villarreal Anaya declaró que sí quiere ser candidato a gobernador de Tamaulipas en el 2022 y que ya está trabajando para ello.

«Yo quiero servir bien a Tamaulipas, genuinamente, lo mejor posible, por eso quiero hacer un buen papel ahora como senador, hoy que me dieron los tamaulipecos la oportunidad de servirles».

El autodestape de Américo Villarreal Anaya, causa sorpresa por que su estilo de hacer política futurista es otro, pero llama la atención que hoy está muy echado para adelante en áreas de ese proyecto. Faltan dos años para la sucesión, pero el tiempo se va rápido. Se entiende el autodestape del senador Américo porque todos los que aspiran ya están corriendo y haciendo amarres.

Después de esto, habrá que esperar quienes más de los que quieren, se destapen.

Americo Villarreal Anaya, dicen, está depuesto a romper la vieja regla que segundas partes, si son buenas

Fuente: Expreso.press

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