En la pasada contienda presidencial, el candidato del Partido Acción Nacional, RICARDO ANAYA CORTES, a quien se empezó a llamar “El Joven Maravilla”, empezó a crecer en las preferencias electorales gracias a su discurso agresivo, lo mismo contra el PRI que contra Morena.
En los debates con sus contrincantes ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR y JOSE ANTONIO MEADE, dio la impresión de ser el triunfador. Muchos llegaron a considerarlo como el futuro presidente. Pero le estalló en las manos una de esas bombas que destruyen proyectos políticos.
La Procuraduría General de la República lo acusó de negocios turbios en el estado de Querétaro, entre los que se contaba la compra venta irregular de una nave industrial que habría sido adquirida a precio de remate y luego vendida a sobreprecio, lo que le habría producido una ganancia tan grande como ilícita. Eso tuvo como consecuencia una drástica caída de sus bonos políticos. Su estrella se apagó para siempre.
Así, la deshonestidad o la sospecha de ella, es un sello que queda indeleble en la piel de muchos políticos que se retiran en medio del descrédito o terminan en la cárcel.
Cierto que muchos procedimientos judiciales en contra de funcionarios o exfuncionarios tienen como ingrediente principal una revancha política. Pero sin los indicios suficientes para presumir una culpa, difícilmente las causas prosperarían.
Así, en el estilo descarnado de hacer política en México, la búsqueda incesante de yerros de los opositores en materia de honestidad, es la mejor arma para destruir enemigos.
El exgobernador del Estado de México, ARTURO MONTIEL ROJAS, quiso ser candidato del PRI a la presidencia de la República, disputándole la estafeta a ROBERTO MADRAZO PINTADO. Pero igualmente le estalló en las manos una bomba de tiempo que acabó con sus aspiraciones.
Se filtró que poseía fastuosas mansiones en Miami adquiridas con dinero público. Jamás volvió a aparecer en el plano político.
ENRIQUE PEÑA NIETO, a principios de su mandato también recibió un misil que lo demeritó por el resto de su administración. Su esposa, conocida como “La Gaviota”, adquirió una fastuosa mansión en las Lomas de Chapultepec valuada en 70 millones de pesos y que fue conocida como “la Casa Blanca”. Además se reveló que para su campaña habría recibido millones de dólares de una empresa contratista brasileña a través de su amigo EMILIO LOZOYA, que hoy anda prófugo en Rusia. El mismo PEÑA prefiere andar fuera del país como precaución. Es otro cadáver político.
¿A qué viene esto? A que hasta ahora, el actual presidente, ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, parece estar blindado contra ese tipo de proyectiles.
Antes de llegar a la jefatura de la Nación, fue dos veces candidato presidencial y jefe de gobierno en el entonces Distrito Federal.
Durante todo ese tiempo ha recibido todo tipo de ataques como ser “un peligro para México”, de ser un mesiánico, un demagogo, un populista y un engañabobos. Pero a pesar de todo, logró imantar la voluntad de una mayoría de 30 millones de mexicanos. Pero nunca se le ha podido disparar un torpedo que le pegaría de lleno en la línea de flotación y lo haría naufragar al momento.
Esto es, una acusación fundada de haberse enriquecido de manera ilegítima o de poseer propiedades faraónicas en el exterior en el país.
Así, podrá acusársele de inepto, de demagogo, de incapaz o de haber integrado a su gabinete a personajes con pasado altamente cuestionable. Pero hasta ahora, sus opositores no han encontrado la carga explosiva para destruirlo políticamente como sería haber incurrido, en lo personal, en negocios turbios. Los demás, resultan proyectiles de salva.
“XICO” BAJO METRALLA
Y ya que hablamos de metralla, al que se le está tundiendo duro en medios periodísticos y digitales, es al alcalde de Ciudad Victoria, XICOTENCATL GONZALEZ, a quien un día sí y otro también, se le enderezan los más filosos comentarios, no solo por el abandono en el que tiene a su municipio, sino por supuestos negocios al amparo del poder.
“XICO” fue postulado por Acción Nacional, el mismo partido del que emanó el actual gobernador FRANCISCO GARCIA CABEZA DE VACA, de lo que se infiere que deberían estar en la misma sintonía de trabajo y eficacia.
El atraso de Ciudad Victoria no es nada nuevo. La mayoría de sus calles siempre han estado llenas de baches, el agua potable regularmente no llega a los grifos y la precaria infraestructura urbana en general la deja, en comparación de otras capitales de estado como Jalapa o San Luis Potosí en una visible desventaja.
Así que por muchas omisiones que pueda tener el actual alcalde, los ataques seriados en su contra bien podrían ser producto de un “fuego amigo”, porque ha dejado de ser útil al nuevo sistema.
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