Columnas

LOS MUERTOS INVISIBLES…

MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA

El México de gobernantes corruptos, pero sobre todo hundido en un charco de sangre que durante muchos años vio Andrés Manuel López Obrador, hoy le es imperceptible, tal vez el brillo del Palacio Nacional le están causando ceguera; ayer se mostró sorprendido porque la violencia en Guanajuato se les está saliendo de lo “normal”.

Así es mis queridos boes, el señor Presidente ocupado con las mañaneras en desmentir la crítica diaria a la que llama “ataques de la oligarquía” no había reparado, no lo ha hecho del todo, en que podría pasar a la historia como el que encabezó la época más sangrienta de la era moderna de México.

Y es que, solo en Guanajuato, este año han matado en promedio a casi 14.6  personas al día; si en 27 días casi 395 muertos, decenas de huérfanos, viudas, madres desconsoladas y con ello la estela de terror que AMLO apenas comienza a percibir.

“Guanajuato sí se nos está saliendo de lo normal, que se venía presentando; se elevó mucho la incidencia delictiva, homicidios, y son bandas que se están ahí confrontando», dijo ayer ante lo evidente.

No se dio cuenta, porque estaba ocupado en sus consultas a mano alzada, o reclamando a España disculpas, que en el 2019 fue Guanajuato el estado más violento de México con casi 2 mil 850 homicidios dolosos, casi 8 por día, por eso ayer dijo que ahora se les está saliendo de lo normal.

Pero Guanajuato, tuvo en el 2019 y lo que va del 2020 fines de semana de terror ya con la 4T y su nueva ‘estrategia’ y aquí les pongo solo unos datos de los sábados y domingos en los que las bandas que se pelean el control de ese Estado aprovecharon el vacío de un gobierno federal, por decir lo menos: indolente.

El fin de semana del 11 y 12 de enero del año pasado hubo 21 ejecutados, el 16 y 17 de febrero fueron 20, entre 18 y 19 de marzo mataron a 19, entre 19 y 19 de Mayo 19 muertos, 27 y 28 de julio dejó 27 muertes, el 3 y 4 de agosto el saldo rojo fue de 32 muertos, al siguiente fin de semana la cifra fue de 39 ejecutados y este año el fin de semana entre 18 y 19 de enero fueron 26 las ejecuciones.

Podría seguirle, pero con eso basta para demostrar que López Obrador considera ‘normal’ lo que el año pasado sucedía; es decir todas las masacres que enumeré y muchas más, porque para él Guanajuato apenas se le está saliendo de control.

Pero el problema no solo es Guanajuato, por cierto con gobernador panista que debe compartir algo de la responsabilidad por la inseguridad, el problema es todo México, donde lejos de disminuir la violencia cada día crece. Porque el 2019 fue el más violento del que se tenga registro en el país.

Como cualquier político de los que antes criticaba, AMLO evade su responsabilidad aún cuando ya tiene en el poder casi 14 meses y en el colmo de la indolencia recrimina a las víctimas que se atreven a levantar la voz: “Ahora gritan como pregoneros y antes callaban como momias”, dijo en referencia a la marcha por la paz del fin de semana.

Se olvida que muchos de los que hoy le reclaman fueron sus aliados cuando luchaba con el régimen que dice derrocó en el 2018, no recuerda la marcha histórica contra la violencia en los tiempos de Enrique Peña Nieto a la que los que hoy le defienden seguramente asistieron en la CDMX.

No recuerda el: “si no pueden renuncien” de Alejandro Martí en los tiempos de Felipe Calderón y los plantones eternos en la ex PGR de familiares de víctimas.

Su gabinete, ‘evangelizado’ lejos de matizar los disparates del capitán del barco que parece naufragar, se suma a la re victimización de los deudos, en voz del subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta quien los comparó con cerdos.

“A chillidos de marrano, oídos de chicharronero”, publicó en su cuenta de twitter, en el contexto de la caravana de Javier Sicilia y los LeBaron que no fue recibida por AMLO que porque no quería show.

Se le olvida a AMLO y a los de su gabinete que en buena medida su triunfo histórico del 2018 fue el grito desesperado de una sociedad que tenía (sigue teniendo) la esperanza de que alguien distinto en ideología terminara con el baño de sangre, pero en respuesta en 14 meses lo más que esa sociedad ha logrado es que su presidente les diga agachones y les eche encima a la horda de fanáticos que hoy defienden lo que antes combatían.

El silencio panista…

Se acuerdan cuando el Diputado Federal pejista Gerardo Fernández Noroña lanzó improperios contra la alcaldesa de Reynosa Maki Ortiz a la que insultó diciéndole ‘pedorra’ hace casi un año y que los dirigentes panistas pusieron el grito en el cielo exigiendo que se disculpara, lo que desde luego no ocurrió.

Bueno pues tras la sarta de peores palabrotas y amenazas del también Diputado Federal Vicente Verástegui contra el gerente del Ingenio de Xicoténcatl del viernes, ningún azul ha dicho esta boca es mía; Luis René Cantú El Cachorro dirigente estatal azul, guarda silencio sepulcral o cómplice. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong

Fuente: Expreso.press

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