Niños ferieros y su gris futuro
Los pequeños deben acompañar a sus padres de ciudad en ciudad y pierden grados escolares al no poder ir a la escuela
SIN ESCUELA ALGUNOS HIJOS DE FERIEROS. Por Sandra Jasso. Fotos. Al estar trabajando en las ferias por todo el territorio del país, algunos menores no están al corriente en su grado escolar acompañando a sus padres en los viajes. La necesidad obliga, manifestó de Acapulco, Guerrero que llegó a esta ciudad hace algunos años y atiende un puesto de snacks en el Expomex. Mi hijo se llama Ángel Alfonso Bailón Francisco ya está en edad escolar y pudo hacer el kínder allá en Guerrero, estaba en la escuela Simón Bolívar en primer año, ahora debe cursar segundo año, pero irá hasta que termine la feria, dijo Amada Francisco León. Explicó la mujer de treinta y siete años que debido las circunstancias, se da el tiempo de repasar algunos temas escolares con su hijo de seis años. Él tiene que seguir estudiando y cuenta con sus cuadernos, lo pongo a repasar temas, por ahora no puedo llevarlo a la escuela, necesito trabajar, pensábamos cambiar de estado, pero al final no tendré que buscar otra escuela, comentó. Agregó que hoy en día la vida es cara y difícil y sin estudios más., por lo que impulsará a su pequeño para que estudie mientras ella trabaja, Su meta de él es estudiar para doctor, si no estudia no va a lograr lo que el quiere en la vida y tiene disposición, destacó. En el diminuto puesto de un metro de diámetro de forja con techado se improvisó una hamaca y en el descansa Ángel Alfonso y realiza algunas planas y ejercicios bajo la supervisión de su madre, mientras prepara las cosas para la venta por la noche en la feria. La guanajuatense Dulce Guadalupe Valdez Guerra llegó a la feria local donde trabaja con su esposo Eric Daniel Pérez Viveros de veintiocho años Mis hijas mayores de ocho y diez años están con mi madre, les envió dinero porque están estudiando y ya no pueden estar conmigo, viajo y recorro todo el país y Bertha y Daniela Pérez Valdez ya se irán pronto también, están en edad de ir al jardín de niños porque tienen cuatro años, comentó. Quiero que vaya
Al estar trabajando en las ferias por todo el territorio del país, algunos menores no están al corriente en su grado escolar pues deben acompañar a sus padres en los viajes.
“La necesidad obliga”, manifestó Amada Francisco León, de Acapulco, Guerrero, que llegó a esta ciudad para atender un puesto de snacks en el Expomex.
“Mi hijo se llama Ángel Alfonso Bailón Francisco, ya está en edad escolar y pudo hacer el kínder allá en Guerrero, estaba en la escuela Simón Bolívar en primer año, ahora debe cursar segundo año, pero irá hasta que termine la Feria”, dijo Amada.
De 37 años, Amanda mencionó que debido las circunstancias se toma el tiempo para repasar algunos temas escolares con su hijo de 6 años.
“Él tiene que seguir estudiando y cuenta con sus cuadernos, lo pongo a repasar temas, por ahora no puedo llevarlo a la escuela, necesito trabajar, pensábamos cambiar de Estado, pero al final no tendré que buscar otra escuela”, comentó.
Agregó que hoy en día la vida es cara y difícil y sin estudios más… por lo que impulsará a su pequeño para que estudie mientras ella trabaja,
“Su meta es estudiar para doctor, si no estudia no va a lograr lo que él quiere en la vida y tiene disposición”, destacó.
En el diminuto puesto de un metro de diámetro se improvisó una hamaca y en ésta descansa Ángel Alfonso y realiza algunas planas y ejercicios bajo la supervisión de su madre, mientras prepara las cosas para la venta por la noche en la Feria.
La guanajuatense Dulce Guadalupe Valdez Guerra llegó a la Feria local donde trabaja con su esposo Éric Daniel Pérez Viveros, de 28 años.
“Mis hijas mayores de 8 y 10 años están con mi madre. Les envío dinero porque están estudiando y ya no pueden estar conmigo, viajo y recorro todo el país, y Bertha y Daniela Pérez Valdez ya se irán pronto también, están en edad de ir al jardín de niños porque tienen 4 años.
“Quiero que vayan a la escuela, ellas tienen su libreta y empiezan a hacer como todo un rayadero, pero cuando me pongo con ellas tienen más dedicación”, manifestó.
Explicó que ella sólo pudo estudiar hasta tercer grado de primaria y las opciones laborales son muchas, pero la paga es poca, ya que el grado mínimo de escolaridad es preparatoria.
“Quisiéramos a nuestros hijos siempre con nosotros, pero esto implica sacrificio, ojalá hubiera maestros aquí para que estudiaran mientras estamos laborando mi esposo y yo, y así no pierden nada, uno lo hace porque la paga es un poco más”, expresó.
La señora Valdez Guerra concluyó que es tiempo que sus hijas se queden con la abuela y tengan una vida mejor basada en el seguimiento de sus estudios primarios.
Por años los hijos de los trabajadores que llegan a las ferias acompañando a sus padres como cocineros, taquilleros, armadores de juegos, cargadores, comerciantes, jornaleros, rancheros, desempeñan sus labores.
Familias completas se desplazan errantes de feria en feria sin opción de que sean educados, perdiendo en ocasiones grados de escolaridad sin tomar una clase y quedar en el analfabetismo, un alto precio por conseguir el pan de cada día.
Fuente: el Mañana de Nuevo Laredo