VÍCTOR HUGO DURÁN
Muy cerca de cumplirse el año en que se renovaron los poderes legislativos en México, viene también el análisis en el desempeño de cada uno de los elegidos en el 2018, sea en la Cámara de Diputados como de Senadores, en la cual incluye a los originarios de nuestra entidad.
En la lista de tamaulipecos que lograron una curul está Ismael García Cabeza de Vaca, quien pese a perder ante los aspirantes de Morena Américo Villarreal Anaya y Lupita Covarrubias, tanto las reglas del juego como los votos le fueron suficientes para alcanzar una posición.
El anticlimático senador reynosense, integrante de la bancada de Acción Nacional, ha estado más participativo en los eventos, reuniones, asambleas y, no hace muchas semanas, campañas de los candidatos de su partido en el estado, que trabajando en iniciativas que ayuden a los ciudadanos que le dieron la confianza de representarlos.
A esto agreguemos que el acercamiento con la población ha sido escasa, cuando la promesa de campaña de él y muchos de los candidatos a cargos público a nivel federal era retomar el contacto con la gente.
Sucede que salvo los eventos oficiales del gobierno estatal es la única oportunidad que un ciudadano tiene para tener contacto, pedirle o proponer algún tema. Por si fuera poco, su contribución en los temas donde es parte de una comisión es nula, simplemente está como oyente, testigo, pero sin una aportación contundente, sin mostrar una clara idea o sentir político.
En la tribuna, las participaciones han sido igual de grises que la mayoría de sus compañeros de partido en la Cámara Alta, en temas muy rebuscados y sobre todo sin sustancia. Revisando su historial de iniciativas, aparecen en casi todas las que ha presentado el PAN pero como promovente; las pocas que han salido de su mente se han quedado en comisiones, ninguna ha prosperado o dado seguimiento.
Con todo esto, el comentario más sonado en un sector de los habitantes es el mismo: “Los vemos más metido en actividades panistas, pues entonces, ¿cuándo trabaja Ismael?”.
Lo que se trabaja (dicen las voces cercanas al poder como muchos colegas) es que el senador es “el futuro de Tamaulipas”, el “elegido para la sucesión”. Al final, el público opinará… Y decidirá.
Fuente: Milenio
