CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
“Chapado a la antigua”, como dicen en mi colonia, siempre he creído que a este país le hacen falta las recetas de una buena madre (de las de antes) para salir adelante, quizá no se parezca mucho el mounstro de una administración a una familia pero tenga la seguridad que no batallarían para corregir errores.
¿Qué hacía una buena madre cuando por jugar, o maldad, te traías un chicle o cosas de la tienda?, primero te daba un chingadazo, después te preguntaba por qué, si te lo habían regalado iba con la persona que le señalaras y le preguntaba a cambio de qué y regresaba las cosas sin mayor daño, ah pero si te habías sacado las cosas sin pagarlas, te daba otro cinturonazo, después buscaba con qué pagar lo sustraído, te daba el dinero y te conducía a decirle a la dueña de la tienda que te habías llevado algo, que ibas a pagar y de paso a regresar todo, le tenías que pedir perdón y le prometías nunca volver a tomar nada, después de eso regresaban a casa con otro castigo y sin dinero para la escuela hasta que lo consideraba necesario, por experiencias cercanas tengo que decirle que la formula nunca falló, no conocí, en todo mi barrio, a un solo reincidente.
Considero que las madres, más que los gobiernos indolentes que se dedicaron a saquear a la nación, fueron responsables de la seguridad que teníamos los mexicanos, no existía forma de que te salieras del carril, nunca permitieron la impunidad, menos la corrupción, era mal visto, y se podía pagar con desprecio y muchas cosas más, el faltarle a la madre, y si eso le parece poco, jamás festinaron a un hijo ladrón, por pequeño o grande que fuera lo robado.
Obvio, había jóvenes en las esquinas, siempre existieron los borrachos y hasta los que usaron alguna droga para experimentar, pero muy pocos se iba a las filas de la delincuencia, y se permitían esas cosas nomás porque “eran hombres” no como hoy que hay más niños en la calle, y muchas de ellas mujercitas y todo se debe a que muchas de las madres “modernas” abandonaron a sus hijos.
En materia económica las madres de ayer también resultaron ser maestras, con dos pesos pagaban la renta, el teléfono y la luz, y si, siempre sobró hasta para los “alipuses” del jefe de la familia, se sabe que las madres tienen mucho de mágico pero tenga la seguridad que el comer 13 (la mamá, el papá y 11 hijos) con un sueldo de burócrata no era un acto de ese tipo sino el organizarse, buscar prioridades, y hasta el servir los alimentos en forma democrática.
También en ello falla el gobierno de México, tenemos menos de un ciento de familias con casi la mitad de la riqueza del país, también algunos presumen que el hombre más rico del planeta es mexicano, en contra peso hay 52 millones de mexicanos viven en la pobreza extrema, siete millones de ellos padecen hambre, son los que corren el riesgo de morirse de cualquier cosa ante sus altos grados de desnutrición, sus hijos son los peores en la escuela porque no tienen con que asimilar los conocimientos, y hay muchas situaciones más.
Ahora, también las madres de antes fueron las reinas de la justicia, si bien tuvieron sus consentidos, sus consentidas, jamás permiten los excesos, veían a todos iguales y hasta en ocasiones, quizá por sentido común, recibían castigos más ejemplares los más querido nomás para que el resto viera a lo que se atenían.
¿Y el gobierno?, pues en este México lindo y querido precisamente es la impunidad, la corrupción, los consentidos, y la injusticia, lo que más nos duele o causa problemas, ejemplo, las redes sociales, hace 15 días, informaron con lujo de detalles que la hija del titular de la Profeco, Humberto Benítez, ordenó a inspectores de esa dependencia (es lógico que con el aval de su padre) que cerraran un restaurante nomás porque, ella consideró, no recibió la atención que se merecía, hoy, después de una “investigación” de la Secretaria de la Función Pública, se sabe que la Lady Profeco y su padre, hicieron un chiste de mal gusto por el que no recibirán ninguna sanción, solo cuatro de sus ayudantes serán suspendidos como si se mandaran solos.
Peor el caso, si se mandan solos, ¿qué hace ahí el titular de la Profeco si no controla a nadie?, porque además Benítez se declaró culpable en el twitter al pedir disculpas por los excesos de su hija y de su personal, si, se requiere su renuncia.
Es necesario que se vaya Humberto Benítez por una sola razón, resulta un mal ejemplo, desde ahora cualquiera querrá hacer lo mismo, al fin y al cabo, este gobierno es muy débil para sancionar a sus amigos, o peor aún, es muy cómplice con sus amigos y les protege de todo con una sola frase, la que le dijeron a la titular de Sedesol cuando le descubrieron corrupción en su dependencia que destinaba dinero de los más pobres a comprar votos en Veracruz, “no te preocupes Rosario”.
Por eso le digo, a los gobiernos, de todos los colores, les hacen falta los consejos, o los ejemplos, de una buena madre, de esas, de las de antes, las que educaban sin voltear mucho a los derechos humanos pero con bastante sapiencia, con sentido común, sin permitir que un hijo, así fuera el consentido, se robara un solo chicle de la tienda.
Pero vaya, hoy es 10 de mayo, odio las fechas como está porque se reduce a la MADRE a quererla 24 horas pero si a usted le gustan y es madre, yo la felicito, le mando el más grande de los abrazos, y la recomendación de que retome su poder en la casa, de que enseñe a las autoridades como se hacen las cosas, y a que nos lleven, como siempre, por el buen camino.
Feliz Día de las Madres, gracias por darnos todo, y siempre, sin fechas, sin horarios, sin medir cuanto, ni qué…
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