Columnas

Se prenden focos rojos en Matamoros

Por: Norberto Calvario Razo

Cuando el Gobierno de México dio a conocer el acuerdo migratorio al que había llegado con el de Estados Unidos para evitar que el presidente norteamericano Donald Trump cumpliera su amenaza de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, donde se convino entre otras cosas que nuestro país recibiría a todos los indocumentados de Centroamérica expulsados del vecino país donde esperarían la resolución judicial si se les concede o no asilo político, Radar expuso que nuestra frontera corría el riesgo de enfrentar un grave problema social que de no ser atendido podría incluso transformarse en una crisis humanitaria porque no tenemos ni la infraestructura y tampoco el Gobierno del Estado y el Municipio con recursos económicos para financiar el costo de la alimentación, refugio, asistencia médica y educación a sus hijos hasta por dos años.

Si antes de ese vergonzoso acuerdo que convirtió a México en la policía fronteriza de los Estados Unidos, con los 6 mil militares desplegados en la frontera sur y 16 mil en la zona norte para frenar la inmigración centroamericana, las casas de migrante de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo estaban enfrentando serios problemas para atender a cientos de inmigrantes, sin recibir ninguna ayuda del gobierno federal, salvo los buenos deseos, con un cambio como el enunciado en el primer párrafo la situación sería más crítica.

Afortunadamente Matamoros y Reynosa quedaron fuera de las ciudades fronterizas por donde las autoridades norteamericanas expulsarían a los inmigrantes centroamericanos: Baja California, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo.

Hace aproximadamente tres semanas el Gobierno del Estado anunció que en ninguna ciudad fronteriza de Tamaulipas sería refugio para los centroamericanos expulsados de Estados Unidos.

Sin embargo las autoridades de los Estados Unidos tienen otros planes. El sábado pasado la vocería del Departamento de Seguridad de los Estados Unidos revelo que para desfogar la concentración de inmigrantes centroamericanos en la zona conocida como el sur del Valle de Texas, se tomó la decisión de expulsar por la frontera de Brownsville, Texas a los inmigrantes que solicitaron asilo para que en esta zona esperen la respuesta.

Se trata de una muy mala noticia para Matamoros, porque reitero la ciudad no tienen ni la infraestructura ni recursos para dar albergue a los cientos o miles de centroamericanos que van a esperar aquí la respuesta de Estados Unidos si les conceden o niegan asilo político.

Con esto se prenden los focos rojos en Matamoros, porque en el mediano plazo vamos a ver una oleada de expulsados centroamericanos de los Estados Unidos que van a demandar albergues, alimentación, asistencia médica y educación para los niños y adolescentes.

El Alcalde de Matamoros, Mario Alberto López Hernández tendrá que aprovechar sus buenas relaciones con el Gobierno Federal para pedirle a la Secretaría de Gobernación, a la Secretaría de Relaciones Exteriores y al Instituto Nacional de Inmigración que informen que planes tienen para atender a los inmigrantes centroamericanos que van a ser expulsados a Matamoros, Tamaulipas desde la ciudad de Brownsville.

El Alcalde tendrá que hacer ver a dichas autoridades que el Municipio no cuenta ni con la infraestructura y menos con recursos económicos como para dar atención a la oleada de inmigrantes que se van a recibir de Estados Unidos. Solamente en el Valle del sur de Texas se estima qué hay unos 140 mil centroamericanos esperan que entregar su solicitud de asilo y una vez que lo hagan serán enviados a Matamoros o Nuevo Laredo.

El Gobierno del Estado tendrá que hacer lo propio porque si no lo hace los problemas sociales van a disparar en Matamoros, sino hay una adecuada estrategia para dar albergue a los inmigrantes centroamericanos.

Se necesitan recursos económicos para brindar atención a los inmigrantes. Con buena voluntad y expresiones solidarias no vamos a resolver nada. Se está a tiempo para pedirle al Gobierno Federal que asuma su responsabilidad y no deje ese problema en manos del Estado y el Municipio.

Lleva el Alcalde más apoyos

a familias de escasos recursos

Al visitar la colonia Marcelino Miranda en donde se realizó el programa “Bienestar para tu colonia” a través de la Secretaría de Desarrollo y Bienestar Social, el alcalde Mario Alberto López Hernández reiteró su compromiso de seguir trabajando con responsabilidad en las colonias de Matamoros con la premisa que impulsa el Presidente de la República, de beneficiar a los que menos tienen.

Al dirigirse a más de 500 personas reunidas en el parque de la citada colonia, el Presidente Municipal dijo “tenemos una responsabilidad, pero también una obligación y eso es lo que estamos haciendo ahora, siguiendo la premisa del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de  ayudar a las familias más necesitadas”.

Explicó a las familias presentes, que por muchos años en lugar de disminuir la pobreza, ésta fue creciendo, como resultado de las fallas y falta de responsabilidad de los gobernantes anteriores “y esto se debe a que los recursos no bajaban directamente a la gente; siempre había intermediarios y no entregaban los recursos a quien realmente lo merecía o necesitaba”.

En ese sentido, López Hernández mencionó que el gobierno de Matamoros, está atendiendo a los más necesitados, porque la gente manda; “cada vez se está empoderando más, y esto, nos obliga a darle una respuesta y trabajar para ellos, para quienes más lo necesita y que nadie se quede atrás”.

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