Columnas

A ‘Don Chuy’ lo habían matado hace dos años

El 7 de abril de 2017, Juan Manuel García Bejarano fue asesinado durante la cabalgata de promoción de la Feria de Cuernavaca. En 2016, la comisión municipal encargada de la feria le había entregado la concesión a García Bejarano. Esa comisión la encabezaba el regidor Eduardo Bordonave, presidente del PSD de Morelos; el anuncio lo hizo el entonces secretario general del ayuntamiento, Roberto Yáñez, el dueño del PSD de Morelos. Poco tiempo después del anuncio, Cuauhtémoc Blanco y Yáñez se pelearon. El día del crimen, la policía detuvo en el lugar al asesino material —hoy sentenciado—, José Fierro Escobar. Un día después, el detenido acusó —sin evidencia alguna— a Blanco de haberle pagado para cometer el crimen. Los gobiernos de Graco Ramírez y de Blanco insinuaron que el asesinato era una bronca entre bandas “del crimen organizado”. En abril de ese año escribí sobre cómo el abogado del asesino había trabajado en el ayuntamiento de Cuernavaca mientras Yáñez era el secretario general; y fue abogado particular de Yáñez cuando Blanco lo demandó por lo del supuesto contrato para ser candidato. Unos días después de esa columna me llamó el padre de García Bejarano, Jesús García, empresario del transporte y líder de la CTM en Morelos. Nos vimos varias veces desde entonces, me contó cómo había apoyado a su hijo para hacerse de la feria y cómo su hijo la había ganado; padre orgulloso, más de una vez lloró hablando de él, de su necesidad de limpiar el nombre que las autoridades habían ensuciado. Me contaba, siempre con rabia, que creía que las autoridades no estaban buscando quién era y dónde estaba al asesino intelectual de su hijo. Hace un año, desesperado, irrumpió en alguna sesión de cabildo y, sin avance ninguno en las investigaciones, decidió hacer ruido anunciándose como precandidato del PRI a la gubernatura. En aquellos días le pregunté por qué frente las amenazas quería volver a ser tan público. «Carlos —me dijo— yo sigo aquí por consolar a mis hijas y mi mujer, pero a mí me mataron cuando mataron a mi hijo». Las autoridades estatales que le habían dado protección por amenazas creíbles en su contra y se la retiraron después de las elecciones. Don Chuy, como lo conocían en Morelos, fue asesinado ayer en el centro Cuernavaca.

@puigcarlos

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