Por: Joaquín López
La necesidad de una mejor y completa estrategia de seguridad se dejó notar con los recientes asaltos a bancos que, en tan solo una semana, se llegaron a registrar tres en la zona conurbada, dos de ellos en sectores que se supone son de los más concurridos y vigilados por la misma autoridad.
Según información por parte de los mismos alcaldes, quienes acuden a las reuniones de la Mesa de Seguridad y Justicia en la zona sur, que se llevan a cabo en las instalaciones de la Primera Zona Naval, señalan que en Tampico, Ciudad Madero y Altamira, más del 90 por ciento de las cámaras de vigilancia están funcionando, que son pocas las que están inoperantes, esto de acuerdo con lo que las mismas autoridades les informan a ellos.
Semanas atrás se vio a trabajadores de una empresa privada haciendo labores de mantenimiento a las cámaras de seguridad colocadas en el primer cuadro de Tampico. A decir de los empleados, se les daba limpieza y también un reacomodo, ya que por el mismo clima suelen moverse de su posición original.
Lo cierto es que ha servido muy poco la presencia de esta videovigilancia que, cuando se anunció su colocación, la autoridad afirmó que ayudarían a inhibir los delitos, así como apoyar a detectar sospechosos y atender de manera más inmediata los llamados de emergencia. No ha sido así. Y en el C4 (desde donde operan las cámaras de vigilancia) nada más no sabe nadie qué pasa y qué resultados verdaderos están dando, pues sus encargados no están autorizados para dar informes al respecto.
No se trata de que revelen sus estrategias, es nada más lo que la ciudadanía quiere y merece saber: ¿qué es lo que está pasando en su ciudad?
Casi de manera tradicional, antes de un periodo de Semana Santa, en la zona conurbada se registra un aumento en la incidencia de los delitos, como si los delincuentes vinieran al sur de Tamaulipas a vacacionar, pues a decir de la misma autoridad, han considerado que son sujetos foráneos los que han dado los golpes.
Mientras tanto, la Mesa de Seguridad buscará una reunión con los banqueros, para que hagan su parte en la vigilancia, porque está más que claro que no se puede cuidar todo.
pechosos y atender de manera más inmediata los llamados de emergencia.
Fuente: Milenio
