Visita presidencial

Sin Filtros; por Brenda Ramos
· Coordinación y mensaje político en la gira de Sheinbaum por el sur de Tamaulipas.
· Voceros de Makito se burlan de la presidenta.
· Reynosa se defiende: la gente y Humberto Prieto le marcan el alto al grupo de Makito/JR/CDV.
El sur de Tamaulipas permanece en alerta ante el comportamiento del río Pánuco.
El recuerdo de lo ocurrido en Veracruz y San Luis Potosí mantiene en vilo a la población, que teme una catástrofe similar. En Tampico y Ciudad Madero la consigna es clara, mantenerse informados y preparados. Con ese propósito llegó este fin de semana la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, para supervisar las condiciones del afluente y coordinar acciones preventivas.
El sábado, en el puerto de Tampico, la presidenta constató que desde el martes pasado el gobernador Américo Villarreal Anaya había instalado una Mesa de Coordinación en la ciudad, integrada por el Secretario de Recursos Hidráulicos y el Coordinador Estatal de Protección Civil, con el apoyo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y que el dia anterior Villarreal había sobrevolado el río para visualizar los niveles del agua. El objetivo: vigilar de manera permanente el nivel del río Pánuco y mantener a la población informada y lista ante cualquier eventualidad.
Más allá del operativo preventivo, la visita conjunta de Claudia Sheinbaum y Américo Villarreal tuvo una carga política evidente. La imagen de ambos en Tampico funcionó como mensaje de cohesión dentro de la 4T, especialmente en un estado que se ha vuelto pieza clave en el tablero nacional. Sin embargo, no todos recibieron bien el gesto.
Fueron varias los comentarios en redes sociales de quienes notaron que los voceros del grupo Reynosa, conformado por los Peña Ortiz/Gómez Leal/CDV comenzaron a compartir imágenes generadas con IA a manera de burla sobre la gira presidencial de la inquilina de palacio nacional a las comunidades afectadas.
Y como si buscaran mantenerse en el reflector, volvieron a dar la nota. Un video que se volvió viral mostró a varias mujeres liándose a golpes en la sección 2901 de Loma Real, en Reynosa. De acuerdo con versiones de los vecinos, todo comenzó cuando un grupo “del municipio” intentó robar una urna, lo que desató la furia de los habitantes del sector, que decidieron defender el voto y enfrentarse ahí mismo.
La escena se difundió rápidamente en redes, retratando el desorden que impera en la ciudad gobernada por Carlos Peña Ortiz, donde las disputas políticas terminan, literalmente, a puño limpio.
Lo ocurrido no fue un hecho aislado, sino el reflejo de un fenómeno que empieza a sentirse como nunca antes en Reynosa: la gente está perdiendo el miedo y se está defendiendo. Vecinos, hartos de los abusos y provocaciones del grupo Peña Ortiz, reaccionaron con la misma energía con la que por años fueron ignorados. No quieren más imposiciones, ni simulaciones disfrazadas de campañas sociales. El mensaje fue claro —y esta vez no vino de un mitin, sino de la calle—: Reynosa ya no quiere que nadie de ese grupo político vuelva a gobernarla y saben de la intención de imponer a la diputada federal Claudia Hernandez como la candidata a la alcaldía.
Pero no solo los ciudadanos se enfrentan a dicho grupo político por defender Reynosa. También desde el ámbito institucional surgieron voces que marcaron distancia. El líder del Congreso local, Humberto Prieto Herrera, respondió con firmeza a las declaraciones del senador José Ramón Gómez Leal, cuñado del exgobernador Cabeza de Vaca, dejando en claro que la desinformación y la confronta no tienen cabida en un Estado que hoy busca estabilidad. Con datos y argumentos, Prieto le recordó que fue precisamente durante el gobierno de su propio cuñado cuando se abandonaron obras hidráulicas clave como la de Bustamante. El mensaje fue directo: quienes destruyeron desde el poder no pueden hoy presentarse como salvadores del desastre que ellos mismos provocaron.
Ante esto, José Ramón Gómez Leal publicó un video intentando justificarse. Aseguró que sus declaraciones no habían tenido intención de generar conflicto, pero el gesto se leyó más como un intento de lavarse las manos que como una aclaración genuina. El senador, identificado con el grupo de Adán Augusto López, sabe que está en la lona, los vínculos de su padrino político con Hernán Bermúdez, líder del grupo criminal conocido como La Barredora, cerraron de golpe cualquier posibilidad de que su corriente alcance la tan ansiada candidatura a gobernador —ni para él ni para Maki Ortiz.
Sin respaldo real y con el pasado pisándole los talones, JR recurre, como su cuñado Cabeza de Vaca, a los golpes mediáticos contra el gobierno de Tamaulipas y a los golpes bajos contra la presidenta, a través de sus voceros, intentando mantenerse visible en un tablero político que ya no lo incluye.