Tamaulipas, bastión de la 4T y guardián de su identidad

Fuentes fidedignas. Por Isaias Alvarez
Dice la sabiduría popular que más vale prevenir que lamentar, y el gobernador Américo Villarreal Anaya lo tiene claro. Por eso, actuando en consecuencia, instaló una mesa de coordinación para atender los efectos de una probable crecida del río Pánuco en la zona sur del estado, encabezada por el secretario de Recursos Hidráulicos y el coordinador estatal de Protección Civil, junto con la alcaldesa de Tampico y los alcaldes de Altamira y Madero.
El objetivo es prevenir daños mayores mediante el monitoreo constante del cauce y mantener informada a la población. La medida, además de oportuna, refuerza la coordinación con la Federación a través de la CONAGUA, reflejo de un gobierno que prioriza la prevención sobre la improvisación.
Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha reconocido públicamente el trabajo conjunto con el gobierno tamaulipeco, destacando la solidaridad mostrada hacia la población veracruzana afectada por las lluvias —con el envío de alimentos, medicinas y un helicóptero de apoyo—, y anunció su próxima visita a Nuevo Laredo para inaugurar las instalaciones de la Agencia Nacional de Aduanas.
Y es que Tamaulipas no solo ha respondido en lo institucional, sino también en lo político. Las mediciones mensuales de Mitofsky no dejan lugar a dudas: el estado se ha consolidado como uno de los principales bastiones de respaldo popular hacia la presidenta Sheinbaum, ubicándose desde el inicio de su mandato entre los primeros lugares de aprobación nacional.
En septiembre, esa cifra alcanzó el 83.4%, muy por encima del promedio nacional, lo que confirma una relación de reciprocidad entre el Gobierno Federal y el Estatal, sostenida en proyectos estratégicos, programas sociales e inversión pública tangible.
Pero el desarrollo no solo se mide en obras o encuestas. También se expresa en la defensa de nuestra identidad. En buena hora, el gobierno de Américo Villarreal Anaya inició el trámite ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, encabezado por Santiago Nieto Castillo, para proteger uno de los símbolos más entrañables de Tamaulipas: la Cuera Tamaulipeca.
Originaria de Tula y confeccionada con piel de becerro o gamuza de venado, la cuera nació del ingenio del artesano Rosalío Reyna Ortega, quien la elaboró por encargo del general revolucionario Alberto Carrera Torres. Desde entonces, ha vestido a personajes ilustres como Eulalio González “Piporro”, Plácido Domingo, los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, el rey Juan Carlos de España y, recientemente, a la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Hoy, gracias al impulso del gobierno estatal, este símbolo de orgullo y tradición busca ser protegido bajo la figura jurídica de Indicación Geográfica, como producto originario de Tula, Tamaulipas. Una acción que reivindica nuestra historia y proyecta al estado en el mapa cultural y económico del país.
Así, mientras Tamaulipas se consolida como bastión político de la Cuarta Transformación, también defiende con dignidad los emblemas que lo identifican. Modernidad y tradición, política y cultura: dos rostros de un mismo proyecto que mira hacia el futuro sin olvidar sus raíces.