La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
Los escenarios por venir, que enfrentará el PAN en Tamaulipas son turbulentos y ponen en riesgo su capacidad de sobrevivencia. Los excesos del panismo encabezado por el exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca en el partido y en el gobierno, empiezan a cobrar factura. La impunidad que lo protegió durante años, parece haberse agotado.
Mucho tiene que ver, el vuelco generado por le Reforma judicial diseñada por el presiente Andrés Manuel López Obrador e implementada por la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo.
En la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y en el renovado Poder judicial tamaulipeco, han reabierto sus gruesos expedientes. Allá, aquellos que lo involucran con delitos como lavado de dinero y enriquecimiento con fondos públicos; acá, por el quebranto a las arcas del estado.
Varios de los colaboradores de la administración estatal cabecista están siendo indagados por la Fiscalía Anticorrupción cuestionando, implícitamente, el desempeño gubernamental de Cabeza de Vaca. El exsecretario de Educación, Mario Monroy Gómez, ya fue responsabilizado del hurto de varias decenas de millones de pesos; y siguen bajo la lupa, el exsecretario de Economía y muchos más.
Se infiere: esas medidas, erosionan más al ya desgastado poder del panismo cabecista.
No es lo mismo, hacer política en el lugar de los hechos, que hacer política a salto de mata en el extranjero y con amparos inválidos por la flamante SCJN.
Aunque ellos no lo quieran reconocer su debilitamiento y potencia política, están diluyéndose.
Las declaraciones de Cabeza de Vaca, desde el extranjero a muy pocos convence. Sobre todo, a sus seguidores: mientras ellos enfrentan la justicia aquí su jefe político desde sus cómodas mansiones en Texas, los convoca a no rendirse y a luchar por la defensa plaza, aún a costa de su libertad. No alcanza a comprender, que su postura de odio a la administración del gobernador, Américo Villarreal Anaya, carga más pulgas a sus amigos que están bajo el escrutinio de una justicia que nunca esperaron.
¿Qué arrastrará en este clima de amplia judicialización, que afecta a los cuates del exgobernador?
La mayoría se volverá ojo de hormiga.
Los menos, se acogerán a los beneficios judiciales de los jueces, regalando información del modo de operación del sistema político-administrativo de Cabeza de Vaca.
Ese entorno tan incierto para el grupo político del exgobernador amaga con romper su columna vertebral.
Los panismos lidereados por el Truco Verástegui -la región de Mante- y Chucho Nader -Tampico-, tomarán el destino del PAN en Tamaulipas.
No hay otra.
Francisco García Cabeza de Vaca, es un pasivo que el panismo debe dejar en el pasado, si pretende reanimarse en la región.
Será relativamente sencillo: el panismo putrefacto, está huyendo de la comarca, como coyote en trampa.
