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El Partido Verde, también tiene su “Pepín”

EN PARTIDA DOBLE

Alejandro Mares Berrones

Durante los más de 70 años en los que gobernó el PRI rancio y corrupto, ningún político que ostentara un cargo público o puesto de elección popular, llámese alcaldes, diputados locales, legisladores federales, secretarios de estado, gobernadores, tenían derecho a brillar más que el presidente de la república, mucho menos, “robar más”; es decir, nadie podía poseer más riqueza que el “Primer Priista de la Nación”.

Brillar más que el presidente de la república, se corría el riesgo de ser echado a la hoguera política. La corrupción, el robo y el saqueo a las arcas públicas, estaba permitido “pero poquito”, que no se atragantaran como marranos; pero la regla no escrita, era: “¡Nadie debía robar más, ni brillar más que el presidente de la República!”.

La estrella de esa “dictadura de partido” fue en todo momento la figura presidencial, desde la fundación del PNR -padre del PRI-, con Plutarco Elías Calles, hasta la última estocada con Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León; el priista que no robara, que no se enriqueciera, era considerado como un político pobre y no encajaba en el sistema priista. Los buenos priistas eran los que tranzaban.

Uno que otro gobernador le brincaba las trancas al presidente de la República, a lo más que llegaban eran a comprar uno o dos ranchos en sus mismas entidades y a veces ni las compraban, también se las robaban.

Para ejemplo está el caso del ex gobernador de Tamaulipas y actual secretario de operación política del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde, Eugenio Hernández Flores, que se apoderó de un extenso terreno en Altamira, situación por la que fue a parar a prisión, y sobre quien existe una ficha roja vigente de la Interpol, por fraude bancario en los Estados Unidos. En todas las entidades de la República, existen gobernadores y ex gobernadores que son verdaderos terratenientes.

En 2018, pensábamos que todo iba hacer diferente, pero ha sido todo lo contrario, muchos de esos priistas, como buenos oportunistas de un brinco se subieron al barco llamado morena, llegando a posiciones de alcaldías y demás puestos de elección popular, todos colgados de la popularidad de Andrés Manuel López Obrador.

Pese a que Obrador puso una regla, que consistió en que ningún burócrata y servidor público debía ganar más que el presidente de la república; al ex presidente de le olvidó haber establecido otra norma contraria a la del PRI rancio, debió haber dicho: “además de no ganar más que el presidente de la República, nadie debe robar, ni siquiera poquito”. Al parecer ni su familia le hizo caso.

EN CONTRAPARTIDA, ahora, aparece el asunto de su hermano José Ramiro “Pepín”, actualmente secretario general del gobierno de Tabasco, que posee 13 ranchos (280 hectáreas), que adquirió por 8 MDP, los que pagó en efectivo; de los cuales 8 de estos predios los compró durante el sexenio de su hermano.

Además, se hizo de unas vaquitas finas, 694 reses de engorda, que le costaron 10.4 MDP, que también pagó al cash; resultó todo un potentado ganadero, igual que Adán Augusto López Hernández, “El Señor de la Barredora”.

Pues resulta, que acá en Matamoros, Tamaulipas, también existe un “Pepín”, se trata del ex alcalde de esta ciudad, que coincidentemente se apellida igual que el senador Adán Augusto, solo que este se llama Mario Alberto López Hernández, mejor conocido por el mote de “La Borrega Corrupta”.

“La Borrega Corrupta”, llegó en 2018 a la alcaldía de Matamoros por las siglas de morena, -partido al que traicionó en la pasada elección, porque votó por el PAN-, colgándose de la mano de AMLO; este corrupto político cuyas raíces son del PRI, en el 2021 se volvió a reelegir, y durante 6 años manejó un presupuesto de 11,000,000,000.00 (once mil millones de pesos).

Como son las cosas, en el viejo sistema priista, nadie podía robar más que el presidente; a partir de 2018, los alcaldes robaron a manos llenas, se empacharon, para muestra está “El Pepín de Matamoros”, Mario Alberto López Hernández, que por cierto es diputado federal por el Partido Verde.

Seis años de saqueo, de mala obra pública, este personaje posee en la actualidad una escandalosa riqueza: ranchos, casas y vehículos de alta gama, son parte de su incalculable fortuna; José Ramiro López Obrador y Adán Augusto López Hernández, son niños de pecho, comparados con “El Pepín del Partido Verde”.

Recientemente al diputado federal del PVEM, Mario Alberto López Hernández, le fue cancelada su visa estadounidense cuando intentaba cruzar de Matamoros a Brownsville, Texas, por un puente internacional, según él iba a una cena a los EU, situación a todas luces falsa, pues también posee un rancho en San Benito, Texas.

Allá dormía, cortaba el zacate, sembraba árboles y posee caballos finos, que dicen es otro de sus negocios, “la venta se sementales”; anteriormente ya le habían cancelado su tarjeta Sentri, porque le interceptaron una llamada con Evaristo Sánchez “El Vaquero”, ex jefe de plaza del CDG en Matamoros y extraditado a los EU, donde están a punto de dictarle sentencia y es muy probable que revele su relación con “La Borrega Corrupta”, para reducir su condena.

Recientemente este legislador federal, Mario López “La Borrega Corrupta”, fue retenido por casi 14 horas en los separos del puente internacional lado americano B&M, donde fue interrogado por las agencias federales de los EU, durante este tiempo, el FBI le fue a inspeccionar el rancho que tiene en San Benito, eso no lo dijo “El Pepín del Partido Verde”.

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