Sin Filtros; Por Brenda Ramos
La visita de Luisa María Alcalde a Tamaulipas piso muchos callos, sobre todo los del exgobernador “Francisco García Cabeza de Vaca, de quien dijo “ Es un cínico y corrupto, un símbolo del saqueo del PRIAN.”
La dirigencia morenista entendió el subtexto, el enemigo no solo está en la oposición, sino también en los que, bajo nuevos colores, repiten las mismas mañas.
Francisco, por supuesto, no perdió la oportunidad de colarse en los titulares; desde el exilio, eso es lo único que todavía puede hacer, pues no solo perdió el poder, perdió también el respaldo.
Ni los suyos del PAN van a visitarlo, el partido se deslindó de su sombra desde la campaña de Xóchitl Gálvez, en la que no tuvo cabida ni invitación.
Desde entonces sobrevive del eco mediático: posa en Washington, sonríe ante su propio reflejo y trata de mantener el show, pero ya nadie lo sigue. Ni en México ni en su exilio hay narrativa que le aguante.
Volviendo al tema de la conferencia, vale la pena destacar una frase con mucho filo de la presidenta de MORENA: “A los prianistas les encantaría que no existiera la Cuarta Transformación, pero aquí en Tamaulipas ya no van a regresar los suyos.”
La frase caló, pues en Tamaulipas, “los suyos” no son una metáfora:
se llaman José Ramón Gómez Leal su cuñado, Maki Ortiz, Carlos Peña Ortiz sus còmplces y Claudia Hernández, Casandra de los Santos las diputadas aliadas del grupo Reynosa. Los mismos que se presentan como “cuarta transformaciòn” mientras orbitan en torno cabecismo, con simulación y deslealtad.
En cuanto a la disciplina, Luisa anuncio que el método de encuestas se seguirá aplicando, que quien busque participar tiene que trabajar desde abajo y en el territorio. También dejó un mensaje sobre respetar los tiempos electorales que cayó como pedrada directa al Partido Verde,
Por otro lado, las cifras que Alcalde comento son muy interesantes para los próximos resultados electorales: Dos mil ciento siete comités seccionales en proceso, 235 mil afiliados y la meta de 300 mil antes de fin de año.
Anunció también el plan municipalista: gobiernos con identidad, con un día a la semana dedicado al pueblo y prioridades básicas —agua, drenaje, bacheo, basura y alumbrado—.
Una política sin glamour, pero con fondo que ya hemos visto algunos municipios mantienen.
Otro punto clave, en medio de los coletazos que Cabeza de Vaca lanza un día sí y otro también contra el gobierno de Tamaulipas —a través de voceros locales, granjas de bots y opinadores a sueldo—, fue el reconocimiento de Luisa María Alcalde al primer morenista del estado.
Calificó al gobernador Américo Villarreal Anaya como ejemplo de honestidad y cercanía, en un contexto donde la lealtad y la coherencia pesan más que los discursos.
Américo fue de los primeros en caminar al lado de Claudia Sheinbaum y hoy mantiene con ella una relación política estrecha, de confianza y coordinación.
Además, Alcalde subrayó que la presidenta cuenta con un 77.4% de aprobación en Tamaulipas, dato que refleja la fortaleza del proyecto y el respaldo que conserva la 4T en el estado.
Con esto, vimos que la visita de Alcalde fue para poner orden: al exiliado, en el pasado; a los oportunistas, en observación; y a la militancia a trabajar a ras de tierra.
