Por Isaias Alvarez
En tiempos donde las universidades públicas suelen cargar con más críticas que reconocimientos, la Universidad Autónoma de Tamaulipas se anota un mérito nada menor: su rector, Dámaso Anaya Alvarado, fue evaluado entre los cinco mejores del país según el Séptimo Ranking de Rectores de Universidades Públicas de CE Research.
El dato no es casualidad ni premio de consolación. La encuesta midió rubros duros: ampliación de matrícula, infraestructura, becas, impacto social y liderazgo. En todos, el rector de la UAT alcanzó un 63 por ciento de aprobación ciudadana, un respaldo que habla tanto de gestión como de cercanía.
“Hoy gracias al trabajo conjunto de nuestra comunidad universitaria podemos decir que hemos alcanzado la quinta posición a nivel nacional”, expresó Anaya con un dejo de orgullo legítimo.
Que un rector tamaulipeco aparezca dos veces consecutivas en los primeros lugares del país no es un dato menor. En un estado marcado por disputas políticas, la UAT demuestra que también se puede competir en el terreno de la educación con resultados palpables.
