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Claudia cierra sus puertas

Sin Filtros; por Brenda Ramos

Ayer la atención fue para Mario López “La Borrega”, señalado de intentar colarse al evento de la presidenta Claudia Sheinbaum en Ciudad Victoria y fotografiado al momento de retirarse del Polyforum. Hoy el foco está en Marcelo Abundis, diputado local, a quien le sucedió lo mismo, quiso entrar, pero la puerta no se abrió.

Abundis llegó con la intención de hacerse presente en el informe de la presidenta, como si todavía tuviera cabida en la narrativa de la Cuarta Transformación. No estaba en la lista, no figuraba en el protocolo oficial, y el resultado fue evidente, no pasó. Circularon fotos que lo mostraban saliendo del recinto, visiblemente molesto, confirmando lo que ya se comentaba en los pasillos políticos, la 4T tiene filtros y él quedó fuera.

El episodio tiene un peso simbólico que no se puede ignorar. En Altamira, la militancia lo recuerda más por los pleitos internos que por los acuerdos. En las elecciones de comités de Morena, lejos de sumar, alentó divisiones y se ganó la fama de prepotente. Las denuncias —casi siempre bajo anonimato, por temor a represalias— lo retratan repartiendo despensas para condicionar votos y amenazando con retirar apoyos de SEBIEN a quienes no se alinearan con sus órdenes. Esa forma de operar, más cercana al viejo PRI que a un movimiento de transformación, terminó por desgastarlo.

Que la presidenta estuviera informada de esas prácticas explica lo sucedido en el Polyforum. Negarle el acceso no fue un detalle logístico, sino una decisión política. El mensaje fue claro, no hay espacio para quienes buscan usar al movimiento como feudo personal ni para quienes convierten la militancia en clientela.

Las imágenes de su salida reforzaron esa lectura. En política, las fotos son tan elocuentes como los discursos, y la de diputados retirándose molestos de un evento al que intentó entrar sin invitación es una postal difícil de borrar. Es el retrato político de quien creyó tener un lugar asegurado y que descubrió que, al menos en la 4T, ese espacio ya no existe.

Testigos confirman que salió inconforme, molesto, incapaz de asimilar lo que para muchos en Morena era evidente, su ciclo está agotado. El portazo que recibió en el Polyforum es también un portazo simbólico dentro del movimiento. Morena avanza, pero lo hace con depuración interna, cerrando filas con quienes suman y marcando distancia de quienes restan.

El caso de Marcelo Abundis se convierte en advertencia. Morena necesita unidad, disciplina y legitimidad para sostenerse en Tamaulipas, no pleitos internos ni operadores que juegan a dos bandas con la militancia. La transformación no puede cargar con personajes que representan todo lo que la gente rechaza, cacicazgos locales, amenazas veladas y clientelismo disfrazado de gestión.

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