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Tijera, ley y territorio

Sin Filtros; por Brenda Ramos

El poder se está reconfigurando,se legisla con firmeza, se recortan estructuras obsoletas y se pisa territorio. En Tamaulipas, las mujeres no piden espacio: ya lo ocupan con agenda, reformas y operación política real.

  • Olga Sosa consolida alianza federal: Centros LIBRE, agenda de justicia para mujeres y reforma para soberanía médica.
  • Américo Villarreal reorganiza el aparato de fiscalización con nueva Secretaría Anticorrupción.
  • Humberto Prieto Herrera apadrina con discurso de futuro en Reynosa.

Vivimos tiempos donde las mujeres ya no solo están en la escena política, la están reescribiendo. México tiene por primera vez a una presidenta mujer, y con ella, un gabinete que empieza a desmontar inercias. Claudia Sheinbaum no ha hecho nombramientos simbólicos. Ha tejido una estructura que lleva nombre, rostro, dirección… y claridad.

Una de las piezas más visibles de ese nuevo engranaje es la Secretaría de la Mujer, ahora con rango de gabinete. Al frente, Citlalli Hernández, senadora con licencia, operadora territorial, feminista de base. En ese contexto, la reunión de esta semana entre Citlalli y la senadora tamaulipeca Olga Sosa fue un mensaje de alineación política, legislativa y territorial.

El resultado inmediato: dieciséis Centros LIBRE que abrirán en Tamaulipas, financiados con recursos federales. Espacios para mujeres víctimas de violencia que ofrecerán atención jurídica, psicológica y talleres de autonomía económica. Centros pensados no como despachos asistencialistas, sino como núcleos de reconstrucción de vida.

A eso se suma la Cartilla de Derechos de las Mujeres y el despliegue de Tejedoras de la Patria, un programa que llevará redes de apoyo a nivel comunitario. Todo esto, impulsado por Sheinbaum desde Palacio Nacional y respaldado desde el Senado por Olga Sosa.

Pero la senadora no se quedó en la ruta social, también jugó en la cancha estructural. Presentó reformas con contenido jurídico: imprescriptibilidad del feminicidio, protección laboral para mujeres víctimas de violencia y la penalización del reclutamiento de menores por parte del crimen organizado.

Y como tercera línea de acción, presentó una iniciativa quirúrgica: reformar el artículo 222 de la Ley General de Salud para exigir que toda farmacéutica que le venda al gobierno tenga planta de producción en México. Una medida que, en términos políticos, toca la raíz del modelo de salud pública. En plena era pospandémica, la idea de depender de laboratorios extranjeros para el abasto de medicamentos no solo es torpe, es peligrosa.

Hoy, México importa más del 65% de sus medicamentos. Brasil, que mantuvo el requisito industrial, produce el 90% de lo que consume. Con esta reforma, Sosa no solo fortalece la soberanía sanitaria. También le da soporte legal a la inversión de más de 10 mil millones de pesos que el gobierno federal anunció para la industria farmacéutica.

Mientras eso sucedía en el plano legislativo, Tamaulipas aprobó una reingeniería institucional silenciosa pero poderosa. La creación de la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno concentrará funciones antes divididas entre el ITAIT y la Contraloría Gubernamental.

El nuevo ente tendrá injerencia en más de 140 entidades públicas entre dependencias, municipios, paraestatales y organismos descentralizados. Su objetivo: reducir duplicidades, fortalecer el control interno y elevar la capacidad de fiscalización.

El gobernador Américo Villarreal defendió la medida con un discurso de cifras, sin contratar nueva deuda, y con una baja de más de 750 millones de pesos en la deuda pública, Tamaulipas, dijo, se mantiene estable, con calificación crediticia positiva y visión de largo plazo.

La narrativa es clara, eficiencia, transparencia, control. Pero también hay un mensaje político detrás, centralizar la vigilancia para blindar la operación gubernamental.

Y mientras desde el Congreso se movían estructuras, en Reynosa el presidente del poder legislativo, Humberto Prieto Herrera, se hizo presente con otro tipo de gesto. Apadrinó a la generación XXV del ITACE, nombrada en honor al gobernador

En ese auditorio familias enteras escucharon a un legislador hablar de educación técnica como motor de movilidad social. Prieto, con un acto simbólico, tejió algo que pocas veces se logra desde una curul, proximidad política real.

La política en Tamaulipas se está moviendo. Con mujeres que no piden permiso para legislar, con gobernantes que reorganizan el poder desde dentro, y con liderazgos jóvenes que entienden que el territorio no se atiende desde el escritorio.

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