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Prófugo con domicilio conocido

Sin Filtros; Por Brenda Ramos

  • Contralínea reveló en 2022 que México y EE.UU. tenían listas órdenes de aprehensión contra Cabeza de Vaca
  • El exgobernador reside en Texas mientras enfrenta señalamientos por lavado y vínculos con el crimen organizado
  • El regreso de Trump endurece la política contra políticos mexicanos acusados de nexos con cárteles

A casi tres años de haber dejado la gubernatura de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca permanece en Estados Unidos, lejos del escenario político, pero no del radar de las autoridades. Su silencio no es el de un hombre libre; es el de alguien que observa con cautela cómo se reactivan las estructuras de poder que podrían hacerlo caer.

En junio de 2022, la revista Contralínea publicó un extenso reportaje firmado por Miguel Badillo, en el que se detallan presuntas operaciones financieras irregulares atribuidas al entonces gobernador panista. El texto afirma que tanto autoridades de México como de Estados Unidos habrían tenido listas órdenes de aprehensión en su contra, sustentadas en investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la Fiscalía General de la República (FGR), el SAT, y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La acusación central: presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Colombia, con los cuales, según el expediente citado, se habrían triangulado recursos mediante empresas fachada, simulaciones fiscales y contratos con el gobierno estatal.

De acuerdo con ese mismo reportaje, el político tamaulipeco habría realizado operaciones inmobiliarias por más de 160 millones de pesos, cuando sus ingresos declarados entre 2013 y 2019 no rebasaban los 48.5 millones. Se mencionan más de 30 propiedades a nombre suyo y de familiares, incluyendo 12 inmuebles en Texas, donde actualmente reside. El expediente describe además una red de personas físicas y morales que habrían servido como intermediarios para dispersar y ocultar el origen de los fondos. Aparecen los nombres de Juan Francisco Tamez Arellano y Baltazar Higinio Reséndez Cantú, ambos señalados como presuntos prestanombres del exgobernador. Tamez Arellano habría recibido depósitos superiores a 40 millones de pesos en 2016 y 2017, algunos provenientes de empresas listadas por el SAT como simuladoras. Una de ellas, T Seis Doce, S.A. de C.V., adquirió al entonces gobernador un departamento en Santa Fe por más de 42 millones de pesos, operación que también fue objeto de revisión por las autoridades financieras. Reséndez Cantú, por su parte, aparece vinculado a por lo menos 12 empresas, algunas contratistas del gobierno de Tamaulipas. Entre ellas, se menciona a Inmobiliaria RC de Tamaulipas, que obtuvo contratos por más de 48 millones de pesos, y a Barca de Reynosa, que habría recibido recursos por 191 millones, tanto del gobierno estatal como de Petróleos Mexicanos.

Durante su mandato, Cabeza de Vaca mantuvo una relación activa con líderes republicanos de Texas. Se reunió con el comisionado de Agricultura, Sid Miller, en 2016; con el entonces secretario de Estado, Rolando Pablos, en 2017; y en 2022 firmó un memorándum de seguridad fronteriza con el gobernador Greg Abbott. Aquellas fotos diplomáticas hoy contrastan con el nuevo panorama. En 2025, Donald Trump ha regresado a la presidencia de Estados Unidos y con él ha resurgido un discurso de mano dura, no sólo contra la migración o el narcotráfico, sino también contra los llamados narcopolíticos mexicanos. Washington ha cerrado filas. Ha sancionado empresas, ha cancelado visas, ha bloqueado cuentas. Ya no hay espacio para ambigüedades ni lealtades discretas. Los viejos aliados texanos del exgobernador se alinean ahora con una agenda más agresiva, y el hombre que alguna vez fue recibido como interlocutor binacional en Austin, ahora permanece en silencio en el mismo estado… pero en otro contexto.

Las órdenes de aprehensión que estuvieron listas desde 2022 no se han ejecutado, pero tampoco han sido canceladas. El expediente existe, tiene nombres, transferencias, propiedades, empresas, contratos, y lo más grave: vínculos financieros directos con el Cártel de Sinaloa y operadores del narcotráfico internacional. Francisco García Cabeza de Vaca no ha podido desmentir una sola línea del caso documentado por Contralínea, ni explicar la fortuna que acumuló durante su paso por el poder. Hoy, se oculta en Texas, sin fuero, sin cargo público, sin respaldo diplomático, y sin red de protección visible. Ya no tiene interlocutores en Washington ni aliados en Austin. Su expediente está listo para ser reactivado. Y si lo es, no será México quien lo capture: será Estados Unidos quien lo arreste, lo juzgue y lo convierta en ejemplo. Porque en 2025, la política exterior de Trump no perdona a políticos mexicanos que lavaron dinero del narco en suelo americano. Y Cabeza de Vaca, con sus 12 propiedades en Texas y sus transferencias en dólares, tiene todo para ser el siguiente.

El exgobernador de Tamaulipas construyó una red de poder político, económico y mediático que durante años le permitió sortear señalamientos. Hoy, esa red parece haberse debilitado. No es que se le haya dejado de investigar. Es que se está esperando el momento político adecuado para actuar. Y si ese momento llega del otro lado del río Bravo, no habrá fuero ni frontera que lo proteja. La justicia no olvida, solo acumula presión pero siempre llega.

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