«Repor-T-Ando.. Columna de Opinión».
Por: Noe Gea M.
19 junio de 2025..
“El periodismo es una pasión insaciable que solo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad”. Esta poderosa frase de Gabriel García Márquez resuena con más fuerza que nunca ante los recientes intentos por acallar las voces incómodas, críticas y, sobre todo, necesarias para el equilibrio democrático.
La llamada Ley Mordaza, recientemente aprobada por el Congreso del Estado de Puebla, representa un retroceso peligroso en materia de libertades. Su contenido, deliberadamente ambiguo y plagado de términos vagos, abre la puerta a una interpretación discrecional que podría utilizarse como arma legal contra periodistas, activistas y ciudadanos que ejerzan su derecho a expresarse libremente, particularmente en redes sociales.
La diputada federal del Partido Acción Nacional, Lety Gutiérrez, ha levantado la voz en nombre de su bancada para denunciar esta reforma que, lejos de proteger a las víctimas de violencia digital —una lucha legítima y urgente—, esconde una motivación clara: blindar al poder político del escrutinio público.
“Esta no es una ley de protección, es una ley de autoprotección”, sentenció la legisladora, al tiempo que reafirmó el compromiso del PAN con la libertad de expresión y el rechazo total a cualquier intento de censura disfrazado de legislación progresista.
En un país donde los periodistas siguen enfrentando riesgos mortales, donde el activismo social suele pagarse con amenazas y donde el ciudadano aún teme ejercer su derecho a denunciar, imponer sanciones por “ofensas” en línea solo refuerza un sistema autoritario que quiere callar, en lugar de dialogar.
Lo que se pretende con esta reforma no es silenciar insultos, sino silenciar inconformidades. Es criminalizar la crítica, imponer el miedo y construir un cerco legal contra quienes tienen el valor de señalar lo que el poder hace mal.
La libertad de expresión no es negociable. No es una concesión del Estado. Es una garantía constitucional que da vida a la democracia. Y sí, la palabra puede incomodar, pero nunca debe ser castigada.
Hoy, más que nunca, necesitamos un país donde las redes sociales sean un espacio para cuestionar, opinar y denunciar. Donde el pensamiento no se persiga. Donde los derechos digitales no se pisoteen por intereses políticos.
Desde Acción Nacional, Lety Gutiérrez lo deja claro: esta batalla se librará en todas las trincheras, porque defender la libertad no es un acto de oposición, es un deber con México.
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noegeamedina.
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