La Crisis de la Democracia en México: en un brevísimo análisis

Por: Vicente Hernández
“La gente de las Américas tiene derecho a la democracia y sus gobiernos tienen la obligación de promoverla y defenderla.” «Barack Obama»
De acuerdo al criterio de varios analistas político-sociales, la democracia en México enfrenta hoy día una serie de desafíos que ponen en riesgo su estabilidad y legitimidad, aunque el país había avanzado significativamente en la consolidación de sus instituciones democráticas en los últimos años, existen varios factores que amenazan su avance y su futuro.
Uno de los principales desafíos, es la creciente violencia y la inseguridad que azotan al país, el narcotráfico y la delincuencia organizada, han generado un clima de miedo y zozobra que afecta la vida cotidiana de los ciudadanos y la capacidad del Estado para garantizar la seguridad y la justicia, y lo mas grave es que este crecimiento del crimen organizado, también se está dando a pasos agigantados en la selección, e imposición de candidatos a gobernadores, diputados, alcaldes, senadores y recientemente hasta magistrados, ministros y jueces.
Otro factor que contribuye a la crisis de la democracia en México, es la corrupción política, la falta de transparencia y la impunidad en la que operan muchos funcionarios públicos del partido político en el poder, que erosionan la confianza ciudadana en las instituciones (elección acordeón), y generan un sentimiento de descontento y desilusión, y en consecuencia un marcado abstencionismo electoral que se reflejó en las vergonzantes elecciones el pasado 1 de junio.
Además, la desigualdad y la pobreza siguen siendo problemas estructurales que afectan la calidad de vida de millones de mexicanos, ya que de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 46.8 millones de personas en nuestro país, equivalentes al 36.3 % de la población nacional, viven en situación de pobreza, aunado a que la falta de oportunidades y la exclusión social, generan un caldo de cultivo para la frustración y la desesperanza, aun con los programas sociales del gobierno.
La democracia en México enfrenta un futuro incierto, ahora con la centralización de poderes, aunque existen muchos desafíos también existen oportunidades para fortalecer las instituciones y promover la participación ciudadana, pero para lograrlo sería fundamental que los actores políticos y sociales trabajen juntos, y dejemos de ser un país con gobierno hegemónico, para así poder abordar los problemas que enfrenta el país y garantizar la estabilidad y la legitimidad de la democracia mexicana.
En una verdadera democracia, la sociedad civil, los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales, juegan un papel crucial en la vigilancia y la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas, desgraciadamente en algunos estados de este México actual, levantar la voz para denunciar, o escribir para señalar, es motivo suficiente para encarcelar la libertad de expresión (Campeche, Puebla), por esta razón es importante que se fortalezcan los mecanismos de participación ciudadana, y se promueva la inclusión y la diversidad en la toma de decisiones a la hora de emitir el sufragio.
Ya para finalizar este texto, y en última instancia, debemos de considerar que para restaurar la democracia en México, se requiere de la participación activa y comprometida de todos los sectores de la sociedad, para superar los desafíos y construir un futuro más justo y próspero para todos, y lo más importante sería que funcionara realmente el sistema pluripartidista, con militantes con la camiseta bien puesta, y libre de chapulines que venden su voto por un plato de lentejas, con un INE que no este de rodillas ante un partido en específico, volver a la separación de poderes, pero sobre todo, restaurar los contrapesos para un mejor equilibrio en la gobernanza de México. En fin, que nada cuesta con soñar.