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Una tarde en la sala de urgencias del IMSS en ciudad Madero

Por: Vicente Hernández

“Los médicos trabajan para conservarnos la salud, y los cocineros para destruirla, pero estos últimos están más seguros de lograr su intento.” «Denis Diderot»

Dentro del sector salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social es una de las instituciones más importantes para atender la mala salud de la mayoría de los mexicanos, y para constatar el tipo de trabajo que se desarrolla en la sala de urgencias, me traslade a la clínica regional 77 de esta institución médica que está ubicada en ciudad Madero, para pasar una tarde de observación periodística, lugar donde a pesar del agobiante calor, los familiares de las personas que de algun padecimiento, accidente o próximo parto, se encontraban en la antesala de esta clínica hospital, así que procurando no estorbar, y pasar lo más posible desapercibido por los guardias, empecé a preguntar a algunos médicos y enfermeras que descansaban en diversos rincones. 

La mayoría, amablemente esquivo mis preguntas, pero algunos si accedieron a brindarme una parca pero importante información, y por estas platicas pude enterarme entre otras cosas, que las urgencias se pueden clasificar en dos, digamos “categorías”: urgencias «sentidas» y urgencias «reales», en el entendimiento que las urgencias “reales”, son aquellas donde el estado del enfermo presenta ciertas alteraciones funcionales agudas y graves, que ponen en peligro su vida, o el funcionamiento de alguno de sus órganos, así que este tipo de emergencias deben de ser atendidas dentro de los 10 minutos posteriores a la llegada del paciente a emergencias.

Y es que a este sitio de atención emergente, llegan personas con infartos, heridas graves, fracturas expuestas, inconscientes u aquejadas de intensos dolores internos, y son precisamente a estas personas a las que se tiene que dar preferencia dentro de los 10 minutos, o antes después de su llegada, en cambio las llamadas emergencias “sentidas» son aquellas que si bien, no se deben dejar descuidadas, no requieren de atención dentro de los primeros 10 minutos, ya que estas regularmente presentan diarrea por trastornos intestinales, tos intensa debido a Infecciones en vías respiratorias altas.

De tal manera, que puertas adentro de la sala de emergencias diariamente y de manera ininterrumpida, se libra una lucha de vida o muerte, aplicando sueros, dando oxígeno, inyectando antibióticos, estabilizando diabéticos, y tantas otras atenciones que, en ese mar de camillas, gritos de dolor y cuerpos semi inertes, donde igual navegan internistas, enfermeras, enfermeros, camilleros y alguno que otro familiar de paciente, que su presencia es estrictamente necesaria para el enfermo.

Entre todo este caos, pude acercarme a una fémina de nombre “Esther” que ansiosa esperaba el parte medico sobre su madre, a quien se le había amputado una pierna, y con cierta tristeza mezclada con agradecimiento a Dios, me conto que desde hacia una semana, su madre ingreso a la sala de urgencias con su pierna en un estado grave, y por mas que les pedía a las enfermeras que le dieran atención, solo la estabilizaron aplicándole medicamentos vía intravenosa, hasta que alguien le dio el número telefónico del Sub Director de Salud en el estado; Doctor Gabriel de la Garza, a quien le hizo llegar una carta solicitándole atención para su madre, y como buena creyente, dice se realizo un milagro, ya que de manera muy humana, el Doctor Gabriel se comunicó con el también doctor Antonio Torres Morales Director del IMSS en ciudad Victoria planteándole el caso.

Y al día siguiente de esta carta, la señora “Simona” fue intervenida, amputándole la pierna que ya presentaba una gangrena avanzada, y transcurrido el tiempo de recuperación, fue instalada en piso, lo que les dio oportunidad a sus familiares de poder visitarla. Este caso no es el único, ya que aunque con ciertas carencias, el personal del sistema de salud, así como los buenos Directores, trabajan incansablemente todos los días, para atender a los carentes de buena salud vaya pues un justo reconocimiento.

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