Por Redacción Sentido Común.
Ciudad de México.– La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reconoció que dejar de pagar la deuda del Fobaproa no es una decisión sencilla ni inmediata, debido a las implicaciones económicas que tendría para el país. En conferencia matutina, afirmó que el costo de esta deuda, derivada del rescate bancario de hace casi 30 años, seguirá afectando a las finanzas públicas hasta el año 2050.
“Cualquier decisión de no pagar una deuda tiene implicaciones muy importantes para el país”, advirtió Sheinbaum, al referirse al pago de los bonos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que representa el legado financiero del Fobaproa.
La mandataria recordó que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha señalado que el comité técnico del Fobaproa actuó sin reglas claras ni políticas generales, lo que permitió decisiones discrecionales y una falta de transparencia en el manejo de recursos públicos. “Fue absolutamente discrecional. Ahí hubo una enorme corrupción”, acusó.
Sheinbaum subrayó que el problema no fue solo el rescate bancario en sí, sino el hecho de que deudas privadas fueron transformadas en deuda pública sin criterios definidos y con amplias irregularidades, como lo ha documentado también la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
La presidenta anunció que en los próximos días el secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora, dará un informe detallado sobre cuánto se ha pagado y cuánto se debe todavía por este concepto. “Se paga un porcentaje menor a lo que se pagaba antes, pero es una cantidad que se seguirá pagando cada año hasta 2050”, indicó.
La discusión sobre el Fobaproa se ha reavivado recientemente tras revelaciones de la UIF y críticas desde distintos sectores. En respuesta, el gremio bancario señaló que “se vale revisar” el pasado, pero advirtió que dejar de pagar la deuda tendría consecuencias graves, pues esta ya es considerada deuda pública.
