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Morena de día, panista de corazón

Fuentes Fidedignas · Por Isaías Álvarez

Ayer, durante la 34ª sesión de Cabildo en Reynosa, Carlos Peña Ortiz dejó ver más de la cuenta. Mientras le reclamaba al gobierno estatal por temas de obra pública —diciendo que a Reynosa le deberían llegar entre 800 y 900 millones de pesos, y que apenas le mandaron 250—, guardó silencio ante las palabras de la regidora panista Juanita Sánchez, quien afirmó que el propio alcalde había dicho “A mí no me habían castigado tanto como me están castigando ahorita”. Y él, lejos de desmentirlo, lo dejó pasar como verdad.

Juanita aprovechó el momento para lanzar una defensa al gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, afirmando que “con el PAN, a Reynosa no le fue tan mal” y que “el gobernador Cabeza de Vaca luchó por los recursos del estado”. ¿Y qué hizo Carlos? Nada. Peor aún: le dio la razón. Contestó que “los datos no mienten”, que había que revisar las inversiones históricas y que la ciudadanía podía hacer su propio análisis. En resumen, admitió entre líneas que con el PAN le iba mejor. ¿Y con quién gobernaba entonces? Con el “cabezón”.

Se la pasaron hablando maravillas del exgobernador, mientras el gobierno que sí trabaja —el actual— hizo lo posible por sostener el discurso de transformación, con apoyos federales y estatales que sí llegaron tras las inundaciones. Pero Carlos Peña parecía extrañar los tiempos donde lo apapachaban desde el Palacio azul. No lo dijo con palabras, pero lo validó en Cabildo: “con ellos no me iba tan mal”.

Y mientras él se pone nostálgico, el clan no descansa. Sofía García Gómez, hija del exgobernador Cabeza de Vaca, sigue alineada, activa y muy bien llevada con todo el cabildo, sin importar color. Si Claudia Hernández no cuaja como candidata de la 4T, Sofía es la ficha de respaldo para asegurar la alcaldía y que todo quede en el mismo grupo político formado de hace muchos años. Por eso se mueven con sigilo, no pueden perder Reynosa, y menos con un alcalde tan “colaborativo”.

Mientras tanto, la ciudad sigue sin drenaje, sin pavimento, sin obras reales, pero llena de murales con la cara del alcalde y su novia, como si las bardas fueran más urgentes que los baches. Lo único que crece en Reynosa es el rumor… y la pintura.

¿Y por qué tanta urgencia por conseguir recursos? ¿A dónde va el dinero? Porque si en dos años se recibieron más de 500 millones de pesos y la ciudad sigue igual —o peor—, alguien debería rendir cuentas. Pero en vez de explicarlo, prefieren romantizar el pasado y pactar el futuro con quienes decían combatir.

Carlos Peña no solo dejó de representar a Morena. Ayer, en pleno Cabildo, validó que Reynosa estaba mejor con el PAN. Bien dicen que forma es fondo y en este caso, la forma fue traición con micrófono.

Link de la sesión de cabildo: https://www.youtube.com/live/u1B-AoMZ3pA

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