La foto que tumba la narrativa de Makito

Fuentes fidedignas. Por: Isaías Álvarez
El día de hoy durante la visita del gobernador Américo Villarreal a Reynosa, Carlos Peña, intentando desmoralizar a sus críticos y acallar rumores, presumió una imagen al lado del Doctor, compartida ampliamente por sus fans, sin pensar que la foto expone a ese grupo más de lo que lo protege.
La verdad es que todos se benefician de la imagen excepto Carlos. Primero, porque es la mejor prueba de que todo el discurso de persecución que ha venido construyendo el Makito, es una mentira. Desmonta por completo la versión de que los diputados morenistas o representantes del gobernador están detrás de las miles de firmas que se entregaron en el Congreso del Estado, pues si todos ellos están subordinados al liderazgo del Doctor Américo y el mismo Carlos comparte una fotografía con él, entonces no hay guerra interna, no hay manos negras, se evidencia que no hay nada partidista en la recolección de firmas y todo es hartazgo ciudadano. Sin querer queriendo Makito y aliados, legitimaron más que nunca a “los de las firmas”, con esa imagen.
Segundo, el retrato prueba que el gobernador nunca le dio la espalda a Carlos. Si alguien rompió, fue él. Si alguien se alejó de los principios de la cuarta transformación, fue su familia. La misma que se fue al Verde, la misma que negocia con lo que queda del cabecismo, la misma que coquetea con MC pero en la ciudad no da resultados. Ya no podrán hacerse las víctimas más adelante, para salirse de la cuarta transformación, porque no puedan imponer el próximo candidato o candidata en Reynosa por ese movimiento, diciéndose maltratados como lo hicieron con el PAN, quedando en evidencia que lo chapulines lo tienen en el ADN.
Tercero, para quien lo haya olvidado, Carlos tiene una orden de aprehensión vigente. Y lo que hoy lo mantiene en libertad no es la inocencia, sino una red de protección judicial tejida por jueces vinculados a Cabeza de Vaca, que le otorgaron más de una docena de amparos. Con la renovación del Poder Judicial en curso, esa red está a punto de desaparecer, cuando caiga, también caerán los amparos. Y entonces no podrá inventar como acostumbra, que Gobierno Estatal ni el Doctor lo persiguen políticamente, tan solo por la cobardía de no enfrentar la justicia.
Cuarto, el gobernador ha sido institucional. Carlos, en cambio, ni siquiera ha tenido la dignidad de fijar postura a favor del doctor Américo ni de condenar los excesos del cabecismo. ¿Por qué? Porque no puede. Porque está aliado con ellos. Porque cuando se trata de definirse, Carlos siempre prefiere el silencio para ayudar a sus cómplices.
Quinto, mientras Américo Villarreal viene a Reynosa, camina, da la cara y anuncia acciones, Carlos no hace su trabajo. No gobierna, no resuelve, no rinde cuentas. Lo suyo es operar, victimizarse, y pedir salir en la foto, calumniar y perseguir a sus críticos.
Sexto, si lo remueven del cargo por las firmas, o si las auditorías lo alcanzan, no podrá culpar a nadie. Ni al gobernador, menos a sus diputados por individual, ni al Congreso. Será el resultado de un juicio ciudadano, y no se le va a permitir a nadie estar por encima de la ley, aunque sean del mismo partido.
Séptimo, la propia imagen fue compartida por sus operadores. Creyeron que era un acto de fuerza. Esto será un boomerang. Esa sonrisa quedó registrada como evidencia de que no hay persecución y cuando los manden a decir lo contrario, bastará mostrar las capturas de pantalla de sus redes sociales, compartiendo como una victoria esa imagen, para mostrar que mienten.
Ojalá haya disfrutado esa foto, pues puede que sea la última vez que lo veamos sonreír con tanta confianza.