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Justicia con Responsabilidad Institucional: Ana María Ibarra propone una Corte que construya, no que confronte

Desde Baja California, la candidata a ministra de la Suprema Corte denunció que el tribunal constitucional ha dejado de servir al pueblo y se comprometió a impulsar una nueva era de responsabilidad institucional en el Poder Judicial.

Ensenada, B.C.— Con la firmeza que caracteriza su campaña, Ana María Ibarra Olguín sostuvo un encuentro con estudiantes, académicos y juristas en la Universidad Xochicalco, Campus Ensenada, donde lanzó una crítica frontal al comportamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en los últimos años. “Por su soberbia, la Corte le falló al país”, sentenció.

Desde este escenario, Ibarra articuló una de las propuestas centrales de su proyecto: Justicia con Responsabilidad Institucional, una visión que apuesta por una Suprema Corte que escuche, dialogue y construya, en vez de imponer y confrontar. “Necesitamos una Corte que construya, no que enfrente; un liderazgo que predique con el ejemplo; un poder con límites y una integridad que se demuestre en cada decisión”, expresó.

En su mensaje, lamentó que el máximo tribunal se haya distanciado del pueblo y de sus necesidades reales, al administrar una justicia técnica, excluyente y, en ocasiones, indiferente. “La actual administración rompió los puentes de colaboración con los otros poderes del Estado y convirtió a la Corte en un actor político más, olvidando su papel de árbitro imparcial”, advirtió.

Para Ibarra, la restauración del equilibrio institucional no es sólo un principio democrático, sino una urgencia. Reafirmó que “en una república, ningún poder está por encima de otro”, y que la justicia no debe servir a intereses personales, sino a la dignidad colectiva.

La propuesta de Justicia con Responsabilidad Institucional plantea una reforma ética desde adentro, una renovación que impulse:
• Una Corte que construye, no que enfrenta
• Liderazgo con ejemplo
• Poder con límites
• Integridad en lo que me toca

Al concluir, Ana María Ibarra reiteró que el compromiso de cualquier ministra o ministro de la Suprema Corte debe ser con el pueblo, no con los privilegios. “La labor de la Corte es apaciguar conflictos, no prolongarlos. Es momento de recuperar el honor institucional que le ha sido arrebatado”, finalizó.

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