- Incumple Burgos cláusulas del convenio
Martín Díaz / La Nube
El comodato del Parque López Mateos de Reynosa se firmó en febrero de 2024, con el aplauso complice de los regidores que ya se fueron, el entusiasmo prefabricado de las oficinas de comunicación y la promesa de devolverle a Reynosa el béisbol profesional.
El acuerdo signado en el documento donde se entrega el comodato era claro. Grupo Burgos, una empresa cercana al poder, se comprometía a traer un equipo profesional en un plazo no mayor a un año. A cambio, el Ayuntamiento le cedía el estadio, el estacionamiento, las oficinas, los locales comerciales, las vallas publicitarias… todo, sin pagar un solo peso.
Un año ha pasado.
No hay equipo.
No hay franquicia.
No hay béisbol profesional.
Solo un estadio cerrado para el pueblo y abierto y con agenda llena para el negocio.
El contrato no deja lugar a dudas. El incumplimiento es causal de rescisión inmediata.
Lo establece el propio convenio aprobado por el Cabildo.
Lo confirma el Código Civil de Tamaulipas, en su artículo 2337:
“El comodante puede pedir la devolución del bien antes del término convenido si el comodatario no cumple las condiciones del contrato.”
Y, sin embargo, no pasa nada.
Nadie pide cuentas.
Nadie cancela nada.
Nadie se atreve a tocar la concesión.
El silencio no es ingenuo.
En Reynosa todos saben que Grupo Burgos es uno de los proveedores cercanos a la familia Ortiz.
En los cafés, en los pasillos, en las oficinas se murmura que este negocio lleva la firma invisible del clan que ha gobernado la ciudad durante casi una década.
El estadio se convirtió en un premio.
Un botín que, bajo el disfraz del deporte, quedó en manos privadas.
Diez años de control absoluto, de rentas, de espectáculos, de ingresos… sin cumplir la única condición que justificaba la cesión.
La administración municipal está obligada a recuperar lo que es del pueblo.
El comodato es ilegal.
El incumplimiento está acreditado.
La ley es contundente.
Pero esta visto que en Reynosa primero es el negocio que los intereses del pueblo
La responsabilidad es de quienes aprobaron el comodato: los regidores, de la administración pasada y el Alcalde Carlos Peña.
También es de quienes deben fiscalizar el poder municipal: los diputados locales, que hasta ahora no han dicho una sola palabra.
La afición merece respeto.
Reynosa merece recuperar su estadio.
El comodato del Parque López Mateos debe ser cancelado.
Lo demás es complicidad.
Lo demás es simulación.
Lo demás es traición.
Lo demás es lo de menos cuando se trata de proteger los negocios del Makiato.
