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Reynosa: la ciudad de los madrazos

Sin Filtros; por Brenda Ramos

En Reynosa te puede madrear cualquiera. Cuando no te madrea Tránsito con multas exageradas, te madrea la COMAPA, que te corta el agua por días sin avisarte o te regala lodo por la misma tarifa. Si no te madrea el predial acosándote con avisos tipo «págame o te quito la casa», te madrea Obras Públicas, que nunca pavimentó tu calle o lo hizo con un material que no dura ni 100 días.

Si no te madrea la tesorera Esmeralda Chimal con un nuevo cobro o aumento, te madrea un bache, te madrea un choque, porque el semáforo lleva semanas apagado. Si no te madrea un asalto, una balacera, te madrea la lluvia, esa lluvia «atípica» que —después de diez años y cientos de millones de pesos invertidos en drenajes y colectores pluviales— sigue logrando lo mismo: que pierdas todo.

Y en ese contexto violento, vulnerable y dejado de la mano de Dios y del gobierno municipal, aparece la frase del alcalde:
«Ya no sé si madrearlo o no.»

Aunque no se especificó a quién se refería, los medios lo creen capaz de haber estado hablando del gobernador, con eso de que tiene a Tumbaburros a su servicio.

Está frase, que evidencia que Makito no solo es un porro sino un cobarde, fue captada en video y difundida ampliamente en redes.

Pero no es la primera vez que Makito pierde el control. Basta con asomarse a los comentarios en su propia página de Facebook para encontrar que responde de mala gana, con tono burlón o francamente hostil a los ciudadanos que se atreven a criticar su administración, amenazándolos incluso que tiene su IP y que paguen el predial o el agua para opinar.

Algunos usuarios se quejan de que, tras expresar su inconformidad, reciben ataques en redes por cuentas que parecen dedicadas a intimidar o difamar. Se ha dicho que estas campañas sucias surgen incluso desde el mismo círculo de comunicación social del municipio. ¿Coincidencia? ¿Estrategia? ¿Reacción?

Sucede que, los ataques cibernéticos a la prensa que lo critica son el pan de cada día del ayuntamiento. Pero no se detienen ahí. También se han ido contra ciudadanos comunes, como las empresarias Luz Blázquez y Perla Cáceres, quienes fueron blanco de brutales campañas de noticias falsas y desprestigio por levantar la voz contra decisiones del gobierno municipal. Lo mismo ocurrió con los ciudadanos que promueven la revocación de mandato, como la licenciada Lety Larios, a quienes el alcalde se atrevió a acusar —sin pruebas— de estar manipulados por el crimen organizado. ¿El delito? Juntar firmas.

Pero la represión también ha alcanzado al magisterio. El profesor Simón Arredondo ha denunciado persecución y hostigamiento en redes sociales pues Maki Ortiz madre del alcalde protege a los profesores corruptos que ha señalado el profesor. Y Raymundo Servín, profesor de ajedrez despedido del IRCA, ha sido empujado cuando ha protestado pacíficamente por sus derechos, ignorado y atacado en redes sociales por exigir respeto a su trabajo, el mismo que tenía casi 300 alumnos antes de que lo despidieran sin explicación.

Incluso actores políticos han sido blanco de esta lógica de golpeteo. El diputado presidente del Congreso del Estado, Humberto Prieto Herrera, denunció ayer en la mañanera legislativa una campaña de desprestigio en su contra. No fue el único, pero sí uno de los más visibles. Señaló que hay quienes están nerviosos por el trabajo que está haciendo el Congreso, y advirtió que “no nos vamos a rajar, no nos van a maniatar, no nos van a intimidar”

También que si alguien y tiene algo que reclamar, que lo haga por los cauces legales, ya que él no se esconde, pues “no son iguales”. Aprovechó también para reiterar que no tiene participación en la empresa constructora de su padre, la cual —dijo— tiene más de 45 años de trayectoria, y cuyos contratos fueron asignados antes de que él asumiera cualquier cargo público.

Y algo muy interesante de esta explicación fue que se filtró un oficio oficial a un medio de comunicación que solo tenía el ayuntamiento , todo apuntando que salió de obras públicas. Remató señalando que en Reynosa se han “puesto muy bravos”, con campañas en redes y notas falsas, pero que allá la gente conoce bien el trabajo de sus diputados y diputadas.

Concluimos con que, la narrativa del miedo que el pueblo le podía tener al gobierno, ya no surte el mismo efecto. Ya les perdieron el respeto, perdieron la credibilidad… y están perdiendo el control porque, en esta ciudad de los madrazos, la gente aprendió a responder.

Porque si el alcalde dice que va a madrear… es porque ya no puede gobernar y se tiene que ir.

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