La desaparición de evidencias: otro milagro milagriento en estos días santos

Por: Vicente Hernández
“Cualquiera que no crea en los milagros no es realista”. «David Ben-Gurion.»
Recién termino la semana santa, pero los milagros se siguen dando, y aun los mas reacios a creer en estos sucesos, se tuvieron que limpiar las chinguiñas de sus ojos ante el milagro milagriento, realizado en la avenida Francisco I. Madero, entre las calles Juárez y Zaragoza en ciudad Victoria, cuando una camioneta RAM cuatro puertas, color blanco con placas del Estado de México, fue interceptada por un oficial motorizado del Grupo “Lince” la cual contaba con las características de un vehículo reportado por C4”, al volante estaba Jesús Adrián Sánchez Maldonado, y como copiloto viajaba el delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tamaulipas, José Luis Aranza Aguilar.
Y según el reporte policial, el patrullero motorizado solicitó apoyo a elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), y a otros agentes, quienes raudos llegaron al lugar de los hechos y sometieron a los dos ocupantes de la citada camioneta, así como a decomisar una maleta que contenía un aproximado de tres millones de pesos, cuyo origen no pudieron acreditar, y un arma de fuego que se encontraban dentro de la cabina de la camioneta, procediendo a trasladar a los detenidos hasta las oficinas de la Policía Investigadora de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas.
Pero no paso mucho tiempo después de la detención de los empleados del IMSS, cuando la Vocería de Seguridad del Gobierno del Estado, confirmó (eso si) la detención del funcionario y su chofer, pero con la salvedad de que al hacer una inspección minuciosa y detallada al interior de la camioneta, ya habían desaparecido tanto el dinero como el arma de fuego, por lo que optaron por dejar libres a los implicados en este incidente por no existir cargos en su contra, no sin antes disculparse con ellos por el mal comportamiento de los agentes de la Guardia Estatal.
Si ante estos hechos, todavía usted incrédulo lector no cree en los milagros de la desaparición de evidencias, esta condenado a irse caminando descalzo a Chalma, o por lo menos irse de rodillas y con dos pencas de nopal en la espalda y pecho, desde la entrada de la basílica hasta el altar mayor donde esta la virgen de Guadalupe, y hacer penitencia durante toda su vida, para ver si logra salvarse de ir a parar al ardiente infierno, donde un chamuco le estará pinchando los glúteos por toda la eternidad.
¿O es que caso no han leído en la Sagrada Biblia, sobre la multiplicación de los peces, la conversión de agua en vino y la resucitación de Lázaro? Así de milagrienta es la desaparición de los billetes y del arma de fuego, y es que este suceso (dicen) esta relacionado con la reciente muerte del Papa Francisco, que aun después de muerto sigue protegiendo a los inocentes, en este caso al Delegado José Luis Aranza Aguilar.
Y para los reporteros que tomaron fotos de la maleta negra con los billetes y el arma de fuego, serán condenados a que sus fotos desaparezcan, y sus cámaras se descompongan, porque estas son evidencias del chamuco, que quiere desprestigiar a tan honestas personas que trabajan bajo el régimen del segundo piso del Morenato, guiado y santificado por el supremo sacerdote macuspano, que espiritualmente dirige este sagrado gobierno desde su retiro espiritual en Palenque Chiapas, en su rancho llamado “La Chingada” porque como ya lo dijeron los apóstoles Pedro y Pablo Picapiedra: “De piedra de ser la cama, y de piedra la cabecera” y antes de que me excomulguen por esta cita cierro mi texto.