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Traidor a la patria y a la 4T

Fuentes fidedignas. Por: Isaías Álvarez

Carlos Peña Ortiz, alcalde de Reynosa, no solo ha traicionado a México al pedir abiertamente la intervención de Donald Trump en asuntos de seguridad interna, sino que también ha dado la espalda a los principios de la Cuarta Transformación y, peor aún, ha desafiado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Sus palabras no fueron solo irresponsables ni un mal entendido, fueron un acto ignorante y/o deliberado de contradicción y deslealtad hacia el proyecto que supuestamente representa.

El pasado 16 de enero de 2025, frente a varios medios de comunicación, Peña Ortiz declaró: «Espero que Trump nos ayude a combatir al crimen organizado y a reducir el tráfico de drogas en la frontera.» Estas palabras, registradas en video por los reporteros ahí presentes y difundidas, lo colocan no solo como un político ignorante del peso de la soberanía nacional, sino como un alcalde de Morena que, en lugar de apoyar a la presidenta de su país, decidió darle la contra. Porque Claudia Sheinbaum fue enfática hace unos días cuando afirmó: “Quienes buscan apoyo extranjero para resolver problemas internos están traicionando al pueblo.”

Peña Ortiz no solo desobedeció esa directriz, sino que desafió públicamente a la presidenta de México. En un acto que parece más alineado con las viejas prácticas del PAN, donde él y su mamá, -la Senadora plurinominal del partido verde- Maki Ortiz, hicieron equipo con el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca; Carlos Peña mostró que su lealtad no está con el pueblo mexicano ni con la Cuarta Transformación. Su llamado a Trump lo deja claro: prefiere congraciarse con los intereses extranjeros que fortalecer los principios de soberanía e independencia que Morena defiende.

Esta postura entreguista no sorprende si recordamos sus vínculos con Cabeza de Vaca quien siempre buscó quedar bien con los norteamericanos y con quien colaboraron abiertamente cuando estaban en el PAN, y lo siguen haciendo, pero por debajo del agua. El ejemplo más evidente de esto, es que Sofía García Gómez, hija de Cabeza de Vaca y actual regidora en el cabildo de Reynosa, aunque supuestamente es de la oposición, apoya tanto a Carlos Peña Ortiz que ya ni disimula su alineación; juntos aparecen en eventos, dejando en claro que los intereses familiares y políticos pesan más que las posturas ideológicas.

Por otro lado, el Código Penal Federal, en su artículo 123, es muy claro: solicitar la intervención extranjera en asuntos internos es traición a la patria. Carlos Peña Ortiz lo hizo sin titubear, dejando claro que no entiende ni respeta el peso de sus palabras. Pero lo más grave es que su traición no es solo hacia el país, sino hacia la presidenta Claudia Sheinbaum, quien lidera el proyecto de transformación nacional con una política clara de fortalecimiento interno y soberanía. Con sus declaraciones, Peña Ortiz le dio la espalda a la presidenta de México y contradijo abiertamente la postura de su gobierno, atacando al movimiento desde adentro.

Este acto no puede ni debe minimizarse. Carlos Peña Ortiz no solo traicionó al país, sino que mostró una absoluta falta de lealtad al gobierno que dice representar. Morena y aliados no pueden tolerar en sus filas a alguien que, en lugar de construir, alimenta las narrativas de la oposición y revive las viejas alianzas que tanto daño le hicieron a Tamaulipas. Se supone, que la Cuarta Transformación se basa en la unidad, la independencia y el compromiso con el pueblo, valores que Peña Ortiz ha pisoteado.

Ultimadamente ¿Al alcalde fronterizo que le importa la situación de inseguridad en su ciudad si el vive en Texas, no le afecta, al igual que el exgobernador? Ahora bien ¿Perdonará la presidenta esta traición?

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