ColumnasOpinión con sentidoPolítica

Primeras reflexiones del 2025

Por: Vicente Hernández

“Busqué a mi alma; a mi alma no la pude ver. Busqué a mi Dios; mi Dios me eludió.
Busqué a mi hermano y encontré a los tres.”
«Elisabeth Kübler-Ross»

Después de permanecer en cama por varios días, a consecuencia de haber enfermado de “Dengue” (afortunadamente clásico) me reincorporo a mi trabajo, y para empezar les diré que este domingo me plante frente al televisor para ver la ceremonia de los Globos de Oro 2025, y entre otras cosas me dio gusto ver que entre las nominadas al premio en la categoría de Mejor Actriz estaba Demi Moore, (una de mis actrices favoritas) por su participación en la película «La Sustancia» que aunque no he visto, su interpretación en esta cinta no dudo que sea excelente, como lo ha hecho en algunas otras inolvidables interpretaciones, y aunque compitieron figuras destacadas como Amy Adams («Nightbitch»), Cynthia Erivo («Wicked»), Mikey Madison («Anora») y Zendaya («Challengers») y que decir de Karla Sofía Gascón («Emilia Pérez») pero afortunadamente el galardón fue para Demi Moore, por su actuación en la citada película, aunque al final “Emilia Prez” obtuvo cuatro estatuillas, incluyendo Mejor Película Musical o Comedia y Mejor Película en Lengua Extranjera, consolidando su lugar como una de las favoritas en la temporada de premios.

Y ya que estamos en el tema de la cultura, ese mismo domingo me di el tiempo para asistir al concierto musical que ofreció el gobierno municipal de Altamira, que encabeza don Armando Martínez Manríquez, en un escenario natural como lo es la llamada “Isla de la Esperanza” a la cual se llega mediante el puente flotante único en su género, y recién inaugurado por el alcalde. La tardeada musical con canciones de antaño y de reciente creación, fue un verdadero regalo para las familias locales y foráneas que se dieron cita en este magnífico espectáculo, como regalo de inicio de año y que a muchos nos dejó con el espíritu muy bien alimentado.

El asistir a este tipo de espectáculos, nos resulta un verdadero oasis, en medio de tanta violencia que se registra en varios estados del país, y nos hace reflexionar en lo bello que es disfrutar a la familia, sin necesidad de organizar reuniones “familiares” donde se invita a los vecinos, a los compadres, y demás amistades para consumir abundante cerveza y escuchar ¿música? a todo volumen, mientras que los pequeños de la casa, son los que menos se divierten, pero que son los mas expuestos a presenciar discusiones, malos hábitos, y conductas inapropiadas de los “finísimos” invitados y en muchos de los casos de sus propios padres.

Por lo anterior, no pretendo erigirme como juez de la conducta ajena, tan solo reflexiono y recuerdo una parte del poema de Max Ehrmann «Desiderata» “Camina plácido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio, en cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas, enuncia tu verdad de una manera serena y clara, y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia, esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu, si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú….”

Para cerrar este texto, y ya entrado en gastos, citare algos fragmentos de mi poesía «Al caer la tarde» “No vengas todavía mi dulce amada, aunque sea tu llegada inevitable, tú haces tu trabajo amada muerte, como Dios hace su juicio inapelable. La luz se me escapa de mis ojos, mi mano tiembla incontrolable, la vida se me escapa por los poros, espérame un poquito, se buena, se amable”. Quiero que me lleves a ese viaje, del que no regresare por ser lejano, con mi cuerpo lento y encorvado, y por mi madre tomado de la mano. “Llevé siempre mi vida de forma austera, y nunca de riquezas hice alarde, quiero morir de frente al horizonte, quiero morir…cuando cae la tarde”

Notas relacionadas

Deja una respuesta

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba