“Para sacar a los delincuentes de las calles, primero hay que sacarlos del Gobierno”
Por: Vicente Hernández
“Me pregunto en qué clase de sociedad vivimos, qué democracia tenemos donde los corruptos viven en la impunidad, y al hambre de los pueblos se le considera subversiva»
«Ernesto Sábato»
Frases como con la que encabezo el presente texto, fueron escritas sobre cientos de cartulinas, por los miles de personas marcharon este domingo sobre las calles de Culiacán para exigir, una vez más, un alto a la violencia, y la salida inmediata del gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, la mayoría de los marchistas vistieron ropa blanca, símbolo de la paz, que por mas de cuatro meses ha estado violentada por grupos delictivos antagónicos, pero que en su guerra interna han causado la muerte de un buen numero de personas, incluyendo niños y personas de la tercera edad, que nada tenían que ver ni con el grupo de los “Chapitos” ni con el grupo de los “Mayos”, y para muchos es “un daño colateral” donde niños incluso han sido testigos de la brutalidad desatada, viviendo en carne propia la violencia producto del crimen organizado, siendo sus últimas víctimas dos niños: Gael y Alexander, (de nueve y doce años) asesinados durante un ataque armado, en el que también murió el padre de los menores, convirtiéndolos en un símbolo, y un detonante entre la sociedad civil, que los enarbolo como su bandera y marcho para gritar ¡Con los niños no!, ¡Culiacán, unidos por la Paz!, ¡Justicia en Sinaloa!, pero la arenga mas fuerte y constante fue ¡¡ Fuera Rocha, fuera Rocha!!
Esta segunda marcha fue acompañada por varios colectivos de madres buscadoras, y familiares de personas que han sido desaparecidas durante la escalada de violencia que se recrudeció el pasado 9 de septiembre del 2024, por la batalla entre Chapitos y Mayos, facciones rivales del cartel de Sinaloa, que ya cobro más de 700 asesinatos en el estado, a pesar de que el gobernador del estado, Rubén Rocha Moya pidió en su conferencia semanal, que se tenga la certeza que en la lucha contra la violencia no hay espacio para la impunidad, ni la tolerancia, puesto que los enemigos son los delincuentes, no el gobierno y que él no tiene porque renunciar, pero hay quien dice que Rubén Rocha se ha convertido en el mandatario estatal más incómodo para Morena, e incluso para la Presidencia.
La presidenta Claudia Sheinbaum parece no escuchar las acusaciones de incompetencia en contra de Rocha Moya, de quien se quejan que bajo su liderazgo Sinaloa enfrenta problemas graves de inseguridad y gobernabilidad, no obstante pese a las críticas y los llamados para su remoción, desde el gobierno federal se ha optado por mantenerlo en el cargo, priorizando la lealtad política sobre el interés público, pero también a algunos de los ex gobernadores y funcionarios les siguen dando protección, por la mistad que los une con el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tal son los casos de Cuauhtémoc Blanco (Morelos), Cuitláhuac García (Veracruz), Francisco Garduño (Instituto Nacional de Migración), Ignacio Ovalle Fernández (Segalmex), Felix Salgado Macedonio (Guerrero) estas “Finísimas” personas están acusadas entre otras cosas de los delitos de corrupción y presuntos vínculos con el crimen organizado, de haber dejado su estado sumido en la inseguridad, de ser culpable por omisión de la muerte de 40 migrantes, de fraude por mas de 15 millones de pesos, y uno de estar denunciado por violación.
Aun y con todo lo anterior, y de todo lo que se les imputa a tan solo este puñado de “pájaros de cuenta” no serán castigados, ni tocados siquiera con el pétalo de un auto de formal prisión, porque esto tendría un alto costo muy significativo para el gobierno de la 4T, debido a que cada escándalo o delito cometido por estos funcionarios, erosionaría la imagen de un gobierno que se presentó como un modelo de honestidad y transformación, y una acción en contra de ellos puede pasar factura en las urnas, con un electorado que busca resultados tangibles y una administración eficiente-
En fin, que la presidenta Claudia Sheinbaum apenas acaba de celebrar sus primeros cien días al frente del presente gobierno, y todavía no podemos prever sus reacciones ante tanta impunidad, pero si debe de tener en cuenta que los gritos de “¡Fuera Rocha!” y las críticas hacia otros funcionarios, no deben ser ignorados, porque tiene que recordar que vox populi, vox Dei (la voz del pueblo es la voz de Dios).