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En política nada hay seguro

Alejandro Mares Berrones

Algunos medios sin esperar la versión oficial, es decir, la del gobernador Américo Villarreal Anaya o la del Gobierno del Estado, que es lo mismo, dan por hecho, la salida del gabinete de la Licenciada Adriana Lozano Rodríguez; primero dijeron, el pasado jueves 9 de enero de 2025, que ya había dejado la Secretaría de Finanzas, luego más tarde que no, que sería hasta el lunes 13, de aquí a allá, pueden pasar muchas cosas, porque en política todo se arregla, ya veremos que pasa.

Como nunca antes en un gobierno estatal, se había tenido un manejo financiero tan eficiente como lo hizo Adriana Lozano, quizá un poco dura en el manejo del gasto, pero que mujer no es cuidadosa en ese sentido, pregúntele usted querido y caro lector a cualquier ama de casa, ellas los centavos los convierten en pesos.

Adriana como contadora de profesión y tesorera del estado, se enfocó en el tema del ahorro financiero y en aumentar la recaudación, dos responsabilidades inherentes a su cargo; para que en este 2025, el Gobierno del Estado tuviera mayor inversión en el gasto público.

Obtuvo un premio internacional, por la conducción de las finanzas estatales, modernizó las Oficinales Fiscales del Estado, dando un mejor servicio, pero sus detractores, quizá sus iguales, los demás secretarios del gabinete, se empezaron en encabritar con ella, porque no les iba a soltar el recurso financiero, nada más porque sí.

La Secretaría de Finanzas, es por donde pasan las autorizaciones para soltar los recursos de las demás secretarías, además esta posición le dio a Adriana un acercamiento constante con el gobernador, y eso también despertaron los celos políticos, las grillas, pues a la tesorera del estado, ya la mencionaban como prospecto en el futuro a contender por la gubernatura, pasó de amiga a enemiga política de muchos.

Hoy la quieren tumbar, se tambalea, como las palmas ante los fuertes ventarrones, sus buenas artes y sus tablas políticas serán suficientes para salir avante o la decisión del gobernador ya está tomada y no habrá reversa, aunque el manotazo, debió de haberse dado en la General de Gobierno, que dirige Héctor Villegas “El Calabazo” y después el que llegará en su lugar, para ejercer autoridad y poder, proceder a los cambios de gabinete respectivo, al parecer no fue así, y se han ido contra la secretaria de finanzas, mientras que el Licenciado Villegas “aún no”.

Algo no cuaja en todo este run, run, que según las aves de mal agüero, ya es un hecho, creo que debemos esperar la versión oficial, aunque la filtración de la información haya salido desde el propio Palacio de Gobierno, porque hasta dicen que Jesús Lavín, actual secretario de administración va ahora a la de Finanzas, apoyado por la secretaria de Desarrollo Económico, Ninfa Cantú Deándar, quienes nunca hicieron muy buenas “migas” con Adriana.

Aunque la cruz que le quieren cargar Adriana es por aquella decisión del refrendo de la licencia de conducir que ya es permanente, situación que no cuajó y que no se llevó a cabo y lo más reciente, lo del remplacamiento e incluso hasta el robo de identidad que se ha dado en todo el estado por la nacionalización de los autos chocolates del decreto que autorizó AMLO, un asunto meramente federal y sin ninguna responsabilidad para el gobierno estatal y menos para Adriana Lozano, porque todo el papeleo lo manejaron los módulos del REPUVE.

En fin, ya dan por hecho que Adriana se va del gabinete, de ser así se debe llevar los aplausos por el buen manejo financiero que tuvo en ese puesto y no exhibirla por algunas decisiones de recaudación, que en parte es su función y responsabilidad, sin duda, los celos políticos de sus iguales están a punto de poder más que con su buen trabajo y con su amistad con el señor gobernador.

Los que saben de administración pública conocen que existe la autoridad ejecutora y recaudadora, Adriana ha tenido como tesorera del estado esta última función, y se debería de llevar los aplausos y no las críticas, por el manejo financiero de las finanzas estatales, durante estos dos años el gobierno estatal se mantuvo sin observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación y entre otros éxitos, como la restructuración de la deuda heredada principalmente del gobierno de Cabeza de Vaca.

Hoy le quieren decir adiós y gracias por participar, sin arrojarle flores, sino todo lo contrario, ponerle una corona de espinas como a Jesucristo, porque pretendió aumentar la recaudación, eso es su trabajo, recursos que se requieren para obras y solventar el gasto público del gobierno estatal.

Todo aquel o aquella que se alquila en el servicio público, sabe que lo primero que debe de firmar desde el primer día que asume un cargo como funcionario público es su renuncia; en el caso de los servidores públicos, como los regidores, síndicos, diputados, alcaldes, gobernadores y presidente de la república, por ser electos por el voto popular, tiene una fecha de término…

Eso no les asegura que vayan a concluir sus periodos para los que fueron electos, porque la vida nadie la tiene garantizada, «el muerto, muerto está y nada se lleva», como ha ocurrido en algunos casos, por eso existen los suplentes, para ejemplo, el caso del mismo gobernador Américo, que dejó la senaduría y su entonces suplente subió al cargo y posteriormente falleció y hasta elección extraordinaria tuvimos donde llegó a la senaduría José Ramón Gómez Leal, el cuñado de Cabeza de Vaca, que también quiere ser gobernador.

El martes 7 de enero de 2025, fui invitado a ciudad Victoria, al evento que organizó el Licenciado Paco Cuellar, coordinador de comunicación social del gobierno del estado y el gobernador doctor Américo Villarreal Anaya, por motivo de la conmemoración del día del periodista.

El evento fue un éxito, más de 500 periodistas de todo el estado, se habló de la ética profesional y de la verdad, en cada una de las mesas estuvo un secretario del gabinete estatal, sin embargo, los ausentes fueron Adriana Lozano y Héctor Villegas “El Calabazo” y esto desde mi óptica me pareció una mala señal, para los funcionarios que no estuvieron presentes, pero una buena estrategia de comunicación, porque los secretarios se llevaron “en lo cortito” el sentir de los comunicadores y remató con esta máxima:

“En política nada hay seguro”.

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