Beto Granados: liderazgo joven con visión madura
Sin Filtros; por Brenda Ramos
La política es un terreno complicado, más aún cuando se trata de demostrar que la juventud no es sinónimo de improvisación, sino de oportunidades bien aprovechadas. En Matamoros, Beto Granados no solo ha aceptado ese desafío, sino que en sus primeros 100 días ha dejado claro que el liderazgo se construye con trabajo, cercanía y resultados.
Desde el primer día, Granados ha puesto sobre la mesa un compromiso con la transparencia. No se trata solo de discursos pues no es un alcalde de escritorio, sino de acciones concretas y lo ha demostrado por ejemplo con la creación de comités en compras y obras públicas, asegurando que las decisiones de su gobierno estén abiertas al escrutinio público, dejando con estas medidas una invitación a la ciudadanía para involucrarse y confiar en que las cosas pueden hacerse bien.
Pero lo que realmente distingue a su administración es su sensibilidad hacia las personas que más lo necesitan. A menudo, los programas sociales se convierten en simples datos en los reportes de gobierno, pero en Matamoros han cobrado vida a través de iniciativas como el SIPRODDIS, que da voz y apoyo a quienes enfrentan discapacidades, que no solo se creó solo para incluir por incluir, sino de construir una ciudad donde nadie se quede atrás.
En cuanto a las colonias más necesitadas, la presencia de cuartos dormitorios para familias vulnerables no solo significa un techo, sino la esperanza de un futuro más digno. Esos pequeños gestos, que en el papel parecen simples, son un recordatorio de que la política puede y debe tocar vidas.
Por supuesto, también hay resultados tangibles en los servicios públicos. Durante años, los problemas de recolección de basura y drenaje parecían ser parte del día a día en Matamoros, pero Granados ha decidido enfrentar esos retos de frente. Con nuevos camiones y sistemas de tratamiento de aguas, ha demostrado que cuando un líder entiende las necesidades básicas de su gente, se puede generar un impacto real en poco tiempo.
Lo más valioso de estos primeros 100 días no son las cifras o los anuncios, sino la sensación de que algo está cambiando. Granados no se ha limitado a administrar; ha buscado inspirar y conectar con la gente. Su enfoque no es solo resolver problemas, sino también crear comunidad, fortalecer el tejido social y proyectar un Matamoros más fuerte y unido.
Gobernar con resultados a tan corta edad no es sencillo, pero Beto está demostrando que cuando se combina juventud con visión, hay buenos resultados. Matamoros tiene un líder que no solo escucha, sino que actúa.
Al final, no importa cuántos años tenga un político, sino cuántas vidas es capaz de transformar.