Fuentes fidedignas m. Por: Isaías Álvarez
Cuando la política deja de ser un espectáculo y se convierte en acción, los resultados son palpables. La 66 Legislatura de Tamaulipas, encabezada por el diputado Humberto Prieto Herrera, ha demostrado que un gobierno legislativo activo puede generar cambios significativos en justicia, igualdad y seguridad. ¿Es posible que el Congreso local se convierta en un referente nacional? Su primer balance legislativo sugiere que sí.
Con apenas tres meses de trabajo, los resultados comienzan a hablar por sí mismos. La 66 Legislatura de Tamaulipas ha logrado avances notables, destacándose en áreas como justicia con perspectiva de género, reformas judiciales y seguridad fronteriza, sentando un precedente para otras entidades del país.
Esto ocurre en un contexto nacional donde los feminicidios y la violencia de género han encendido alarmas, la creación de la Fiscalía Especializada en Delitos de Feminicidio y Homicidio Doloso de Mujeres es un paso firme. El establecimiento de un Centro de Justicia dedicado a estos casos reafirma el compromiso del Congreso con la seguridad de las mujeres en Tamaulipas. No es solo una promesa, es un precedente legislativo que marca la diferencia.
Pero la agenda legislativa no se detiene ahí. La lucha por la igualdad de género también avanzó con la erradicación de la brecha salarial, ahora constitucionalizada. Además, la obligatoriedad de instalar espacios de lactancia en centros de trabajo públicos y privados demuestra que las políticas públicas pueden ser inclusivas y funcionales. Tamaulipas pasa de los discursos a los hechos con leyes que afectan directamente la vida laboral de las familias.
Por otro lado, en la misma línea, la reforma constitucional al Poder Judicial tamaulipeco es un logro monumental. Convertirse en el primer estado del país en renovar jueces y magistrados de manera escalonada es un parteaguas en la impartición de justicia. Este hecho, combinado con el fortalecimiento de la seguridad mediante la construcción de 15 estaciones seguras en la frontera chica, agrega otra capa de protección ante los temas del crimen organizado.
Sin embargo, nada de esto sería posible sin una coordinación efectiva. La colaboración con figuras como la senadora Olga Sosa y el diputado Carlos Canturosas ha permitido sumar esfuerzos para un proyecto legislativo más robusto. Además, iniciativas sociales como posadas y apoyos comunitarios no solo son acciones simbólicas, sino una manera de mantener el contacto directo con la ciudadanía y reforzar la confianza pública.
Si la política es el arte de convertir ideas en acciones, la 66 Legislatura de Tamaulipas ha dejado claro que no está aquí para administrar rutinas, sino para transformar realidades. Bajo el liderazgo de Humberto Prieto Herrera, ha demostrado que cuando la visión política se une a la acción legislativa, los resultados son tangibles. La pregunta ahora es: ¿Será este solo el comienzo de una transformación legislativa? Si los primeros tres meses son una muestra, las expectativas son altas.
