Los Negritos y ‘Negrotes’ en el arroz del transporte público
Por: Vicente Hernández
“No tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre”
«Dicho popular»
Altamira es, y seguirá siendo un municipio en constante expansión poblacional, industrial y comercial, debido en gran parte al alumbrado público, seguridad, limpieza y obra urbana, que ha sido una de las prioridades de la presente administración que encabeza el alcalde Armando Martínez Manríquez, y esta titánica tarea de convertir a este municipio en una ciudad luz, (guardando la debida proporción con Paris) ha redundado en seguridad ciudadana, y en tierra fértil para los inversionistas, ya que en los últimos meses se han establecido varios negocios de franquicia del ramo de comida rápida, así como la próxima construcción de una tienda Chedraui a un lado de la presidencia municipal, en pleno centro de la ciudad, quedando de manifiesto la confianza de los empresarios en Altamira y en su presidente.
Pero aunque el progreso avance a paso de liebre, el sistema de transporte publico avanza a paso de tortuga, y aunque este martes el alcalde Martínez Manríquez, anuncio la buena disposición del empresario Alejandro Osuna Cobos, propietario de Transpais, por incrementar el numero de unidades de transporte, así como la renovación anual del diez por ciento de sus unidades (400 unidades) para brindar un servicio optimo a los usuarios, y mantener el servicio de transporte escolar en las diversas comunidades ejidales, es una noticia refrescante para los que diariamente tenemos por necesidad que hacer uso del trasporte de pasajeros.
Aunque hablar del servicio que prestan los carros, combis y microbuses a las diversas colonias que existen en Altamira, resulta un tanto espinoso, ya que aunque existen varias rutas de combis, que mantienen diariamente un determinado numero de unidades trabajando de manera cronometrada, y hasta las diez de la noche, existen otras mas de carros, que no tienen buena organización, disciplina ni buen servicio a el usuario, un ejemplo es la ruta “Brisas” que por las mañanas solo prestan servicio hasta el Avenida de la industria, o sea, solo hasta la entrada de la colonia Azteca, y no al centro de Altamira, provocando que el usuario pague doble pasaje, lesionando con esto su economía.
Lo curioso del caso, es que en esta ruta, uno de los tres pulpos concesionarios es nada mas y nada menos que Jorge Luna Loya, el actual Coordinador del Transporte Publico Municipal, quien junto con Alfredo “Fredy”, su hermano Roberto Polanco, y David Valenzuela tienen el control de la mayoría de los carros que cubren esta ruta, amparando con una sola concesión hasta cuatro carros, por los que de cada uno perciben 700 pesos diarios de renta, y quizás por esta razón los choferes rentistas constantemente se salen de la ruta para hacer carreras como taxis, sin que las checadoras más entretenidas en el Wasap, y en vender chucherías, los obliguen a cumplir con recoger pasaje en la rampa, donde se forman filas de hasta cuadra y media, y mañosamente esperan a que sean las diez de la noche para cobrar doble pasaje, pero todo esto nada le importa a Jorge Luna, solo le interesa que le paguen puntualmente la renta para costear (dicen) sus constantes borracheras.
Por esta y varias razones, mas surge la interrogante ¿Por qué el alcalde Armando siendo tan preparado en administración pública, y por ende conocedor de las capacidades del personal que emplea, y pone al frente de las varias Direcciones, le dio esta responsabilidad a este personaje, que ya en una administración anterior ocupo el mismo cargo, con pésimos resultados para la ciudadanía, que tiene la necesidad de utilizar el transporte público? Nada menos este martes, durante la mañanera, una habitante de esta colonia se quejo del mal servicio que prestan los choferes de esta ruta, y el alcalde le dijo a Jorge Luna “Ahí te hablan Jorge” y el aludido solo se limitó a reírse cínicamente, ahora si que don Armando Martínez como dice el dicho “Puso al coyote a cuidar de las ovejas”
Para finalizar este texto, me pregunto: ¿Por qué si Armando tiene de asesor a Rogelio Rangel, viejo lobo de mar en cuestiones de transporte, no le ayudo a escoger una persona más capacitada para dirigir una dependencia tan importante como lo es el transporte público? Porque ya pasaron los tiempos del compadrazgo, y de las recomendaciones, porque un “negrito en el arroz” se puede colar en cualquier gobierno de los tres niveles ¿Pero un “Negrote”? ojalá y el alcalde rectifique, porque con esos estorbos la modernización y buen servicio en el transporte público, va a seguir avanzando a paso de tortuga, y no a paso de libre como Armando lo desea.