Casandra de los Santos: La manzana podrida
Río Bravo, semillero de buenas y malas personas
Sin Filtros; por Brenda Ramos
El 4 de diciembre, aniversario de la emancipación de Río Bravo, es un día para celebrar la fortaleza y el carácter de una comunidad que ha enfrentado innumerables desafíos. Sin embargo, también es un momento para reflexionar sobre quiénes están al frente de su representación y cómo, en lugar de honrar su tierra, parecen trabajar en su contra.
Un ejemplo claro es Casandra de los Santos Flores, diputada federal por el Distrito 3 y consejera de MORENA, quien, lejos de abogar por los intereses de Río Bravo y San Fernando, ha centrado su atención en defender los cuestionables intereses del Ayuntamiento de Reynosa. La diputada, conocida por su habilidad para cambiar de convicciones según convenga, hoy exige desde la Cámara Baja que el Congreso local explique por qué negó aumentos a los impuestos municipales en Reynosa, algo que ella misma apoyó bloquear cuando era diputada local.
Humberto Prieto Herrera, Presidente del Congreso Local, señaló con extrañeza esta contradicción. Recordó que Casandra no solo votó para evitar aumentos desmedidos en impuestos municipales el año pasado, sino que también aplicó los criterios que hoy cuestiona. Es evidente que la diputada no tiene un problema con las decisiones fiscales, sino con quien las toma.
Pero lo más grave no es su defensa de políticas voraces en Reynosa, sino su silencio ante las verdaderas problemáticas de su distrito. Nada ha dicho sobre las decenas de trabajadores despedidos por el alcalde de Río Bravo, Miguel Almaraz, o sobre la inseguridad que golpea a San Fernando. En lugar de levantar la voz por su gente, prefiere enfocarse en otros municipios, evidenciando un abandono absoluto de su deber como representante.
Casandra de los Santos, además, parece olvidar los principios que deberían regir su papel como consejera de MORENA: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Su respaldo a aumentos impositivos que asfixian a las familias trabajadoras y a los pequeños negocios contradice completamente las políticas solidarias y humanistas del movimiento al que dice pertenecer. Si MORENA realmente desea mantenerse fiel a sus ideales, debería considerar su expulsión como consejera, pues sus acciones no solo traicionan a su distrito, sino a los principios del partido.
La hipocresía de Casandra también es un golpe directo al marco jurídico y a la economía local. Prieto Herrera lo dejó claro: “Pretender cobrar por bancos, cajeros, casinos, ferrocarriles y hasta por el predial de manera desproporcionada va en contra de las políticas de nuestro movimiento”.
En este aniversario de la emancipación de Río Bravo, no podemos ignorar que este municipio ha sido cuna de grandes personas, pero también de quienes han decidido traicionar a su pueblo. Casandra de los Santos es el ejemplo de una manzana podrida que, lejos de trabajar por su gente, utiliza su posición para intereses personales y mezquinos.
Y como si su falta de compromiso no fuera suficiente, es inaceptable que Río Bravo esté representado por alguien cuyo nombre fue ensuciado públicamente en el Congreso local, donde otra diputada la señaló de recibir 60 mil pesos mensuales del PAN y la acusó, con palabras más que vergonzosas, de ser “concubina de todos”. ¿Cómo puede alguien con este historial hablar de dignidad o principios?
A Río Bravo no nos representa una mujer con un pasado tan turbio y un presente lleno de incongruencias. Este municipio merece más, merece dignidad, compromiso y lealtad.