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Académicos y organizaciones civiles alertan sobre el riesgo de plaguicidas peligrosos autorizados en México

Por Redacción Sentido Común.

A pesar de los avances representados por la prohibición del glifosato, México sigue autorizando 204 plaguicidas altamente peligrosos, advierten académicos y organizaciones civiles. En una carta dirigida a las autoridades de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y varias secretarías del gobierno, señalan que muchas de estas sustancias han sido aprobadas con vigencia indeterminada, sin claridad sobre su uso actual.

Los firmantes detallan los graves efectos adversos a la salud y el ambiente de estos plaguicidas, los cuales incluyen toxicidad aguda que puede resultar mortal para humanos, organismos acuáticos y abejas, así como efectos crónicos asociados con tipos de cáncer, daños reproductivos y alteraciones hormonales. De estos productos, 151 ya están prohibidos en otros países, incluidos aquellos con los que México mantiene acuerdos comerciales.

Uno de los principales riesgos que subrayan es la muerte masiva de abejas debido al uso de plaguicidas tóxicos para estos polinizadores. Organizaciones de apicultores han denunciado repetidamente este fenómeno, alertando que no solo afecta la biodiversidad, sino que también tiene un impacto negativo en la productividad agrícola debido a la menor polinización.

Entre las principales solicitudes de los firmantes se encuentra la prohibición de insecticidas como el fipronil y los neonicotinoides imidacloprid y tiametoxam, responsables de la muerte de abejas. Asimismo, proponen actualizar el reglamento de plaguicidas (R-Plafest), para incluir a los productos altamente peligrosos como una nueva clasificación regulatoria, permitiendo su prohibición gradual y facilitando la autorización de plaguicidas menos peligrosos, como los de origen microbiano y botánico.

La carta, firmada por más de 500 académicos y organizaciones, incluye a la Alianza Maya por las Abejas Kaabnalo’on, la Red de Acción sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM) y la oficina en México de la Fundación Heinrich Böll.

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