Miguel Ángel Almaraz sus penurias económicas y la Ley de Herodes
Vicente Hernández
«Aquí no hay servidores públicos, esos son cuentos, lo que hay es aprovechadores públicos que se reparten y parrandean los puestos»
«Fernando Vallejo Rendón»
¡¡Cancionnnn dedicada a Miguel Ángel Almaraz Maldonado y regidores que le acompañannnn!! ♫♪Mira Bartola, hay te dejo estos dos pesos, pagas la renta, el teléfono y la luz, de lo que sobre, coges hay para la nómina, guárdame el resto que es tiempo de austeridad♫♪.
Que me perdone Chava Flores por descomponer su popular canción, pero su letra le cae como anillo al dedo al presidente municipal de Rio Bravo, quien se queja amargamente del ajuste presupuestario de casi el 60% en el ramo 28 que abarca salarios, alumbrado público, combustibles y gasto diario aplicado a su municipio de parte del gobierno federal y estatal, y su respuesta a esta medida la dio por medio de un video que subió a sus redes sociales, y un grupo de Bots se encargó de difundirlo masivamente, sé queja que principalmente el citado ajuste se debe cuestiones políticas, (el fue postulado por el PAN y el PRI) pero asegura que pese a la reducción del presupuesto concluirá la obra pública que se está realizando.
Lo que no dice Miguel Ángel, es que al tomar las riendas del ayuntamiento, una de sus muy particulares primeras medidas de austeridad, fue despedir masivamente a empleados de pasadas administraciones, que tenían antigüedad desde los diez a los veinte años, y si esto no es agandalle político como se le parece, porque como se puede entender que desmantele parte de una base trabajadora, con probada antigüedad, y que ante los reclamos de los trabajadores, el Oficial Mayor les dijo que no tiene fecha para recibirlos, y que esta nueva administración no tiene ningún compromiso con ellos, así tengan 10, 20 0 50 años trabajando para el ayuntamiento, en cambio les dijo, (sic) que se le dio trabajo a la gente con la cual tenia el compromiso de darles un empleo, por haber ayudado al entonces candidato Miguel Ángel Almaraz durante su campaña electoral.
Esta política del “quítate tu para ponerme yo” le dio como resultado una nomina demasiada abultada, y con esa manera de pagar favores no hay presupuesto que alcance, ya que, de acuerdo a lo denunciado por algunos empleados, cada dependencia y área municipal están excedidas de personal, y esto hizo que la nomina se inflara como sapo, y sea la que absorbe gran parte del presupuesto.
Aunque sus detractores dicen que Miguel se queja del ajuste en el presupuesto, pero esto no le ha impedido que recién haber tomado protesta como alcalde, empezara las remodelaciones en algunas de sus muchas propiedades, y que decir de su nueva camioneta, que tiene un valor aproximado a los tres millones de pesos, así que con los costos de esas remodelaciones, y mantenimiento o compra de la super camioneta incluidas en la partida de egresos, no va con la política de austeridad republicana que pregona el gobierno federal y estatal.
Esto ultimo lo debe de entender Miguel Ángel, ya que es egresado de la Universidad Mexicoamericana del Norte (UMAN) en Reynosa, donde estudio licenciatura en Contaduría Pública, así que malo para los números no creo que lo sea, y debe de estar consciente que llegar a la presidencia con cientos de promesas de empleos, y cumplirles a la mayoría ningún ayuntamiento lo resiste, ya que con el 40% del presupuesto que le queda, tiene que dejar de meter “Aviadores” a la nómina, además de favorecer a compadres, amigochos y recomendados de los amigochos.
Hoy dice que el ajuste se debe a una cuestión política de parte de los gobiernos federal y estatal; pero quizás carezca de asesor financiero, y no hay quien le diga que este ajuste presupuestal se está dando en todos municipios del estado, y no solamente en Rio Bravo.
Esto solo lo utiliza como pretexto para justificar sus gastos personales, y de compromisos electorales, y si le redujeron el presupuesto pues tiene que ajustarse a este recurso, y cuidar su economía, porque al final del día los riobravenses no merecen tener de presidente a una persona que pretende disponer de la Tesorería como si fuera su cuenta bancaria personal, así que en este caso, no le queda más a Miguelin que acatar la Ley de Herodes.