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Ejercer el periodismo en México sigue siendo de alto riesgo

Por: Vicente Hernández

“El periodismo es la profesión peor pagada. La que da más amarguras, también.”
«Mario Vargas Llosa»

Aunque el gobierno se esfuerce en declarar que en México la delincuencia ha bajado porcentualmente, lo cierto es que diariamente son asesinadas por lo menos 80 personas, siguen los secuestros y desapariciones forzadas, pero lo peor, es que siguen los asesinatos a periodistas en gran parte del territorio nacional, por el único delito de publicar la verdad, algunos en la nota política y los mas en la nota roja, pero como dice la ya famosa frase: “Matando a periodistas, no se mata la verdad” y esto viene a tema debido a la reciente protesta que hicieran un nutrido grupo de reporteros y reporteras de diversos medios de comunicación, quienes tomaron la tribuna del Congreso de Chilpancingo en Guerrero, exigiendo respeto a la libertad de expresión.

El inicio de la protesta se dio afuera del salón “José Francisco Ruiz Massieu” donde estaban reunidas las diputadas y diputados de Morena, la protesta fue además, para que la diputada local de Morena, Citlali Yaret Téllez Castillo, deje de amenazar a periodistas, tras ser exhibida paseando en una camioneta Tesla Cybertruck (quien ante criticas en redes sociales explico por estas mismas redes, que el carro de costo millonario no era suyo) ante lo acalorado de la protesta, el coordinador de la bancada de Morena, diputado Jesús Urióstegui García, muy en contra de su voluntad permitió el acceso a las reporteras y reporteros al salón.

Una vez que los comunicadores estuvieron frente a los legisladores, dieron voz para que la reportera del portal de noticias “En Primer Plano” Itzel Urieta, exigiera a Urióstegui García respeto al ejercicio periodístico, y que su compañera de partido Citlali Yaret detenga las amenazas y el hostigamiento contra este medio de comunicación, (cabe aclarar que la diputada Téllez Castillo no se encontraba en la reunión) y exhortaron a los morenistas que detentan el control en el Congreso, a que dejen de hostigar, e intimidar a la prensa, y que respeten la crítica, debido a que el día en que se publicó la referida nota, en donde la diputada se paseaba en la camioneta de lujo, la directora de “En Primer Plano”, Jazmín García, recibió una llamada de Jonathan Catalán, quien se identificó como integrante del equipo de la legisladora, donde le exigió que bajara la nota “antes de que se hiciera viral” pero la nota no fue bajada, provocando que en redes sociales Jazmín comenzara a recibir mensajes intimidatorios e, incluso, amenazas de muerte.

Pero este no es un caso aislado, como tantas veces repiten como pericos los altos funcionarios del gobierno, porque esto no sucede exclusivamente en el estado de Guerrero, ya que esto se esta generalizando en todo el territorio nacional, y Tamaulipas no esta exento de este tipo de intimidaciones y amenazas, para los que ejercemos el hoy peligroso oficio del periodismo, aunque muchos compañeros prefieren callar, y no presentar denuncias por miedo a represalias.

Pero regresando a Guerrero, el Secretario General de la Sección 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) Abel Miranda, hizo la denuncia que en los dos últimos años, en Chilpancingo por lo menos nueve reporteros han sido asaltados, en algunos casos allanaron sus domicilios, siendo apenas el pasado 9 de noviembre, cuando el periodista Luis Daniel Nava Jiménez regresaba a su casa, después de hacer la cobertura del sepelio de once personas en la comunidad serrana de Chautipan, cuando fue interceptado por dos hombres armados, vestidos con ropa negra tipo militar, quienes le quitaron su celular, y luego le sacaron de su mochila su computadora, no sin antes advertirle que ellos sabían a que se dedicaba, dejando en claro que el motivo fue para que no publicara nada sobre el sepelio al que había asistido.

En fin, que la intimidación y la advertencia para que no se publiquen casos como el de la diputada Citlali Yaret Téllez, no nos son ajenos aquí tierras tamaulipecas, ya que el año pasado mi compañera periodista Brenda Ramos, también fue víctima de acoso y amenazas, de parte de seguidoras de la Senadora Maky Ortiz, mientras cubría un evento en ciudad Madero, afortunadamente gracias a la oportuna intervención de su esposo, el también periodista Isaías Álvarez, la agresión no llego a consumarse, así que digan lo que digan las autoridades, el oficio periodístico sigue siendo de alto riesgo en este México cada vez más violento y más peligroso para los periodistas.

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