Calaverita de Marcelo Olán Mendoza y la Huesuda Fiscal
La huesuda en Reynosa andaba,
buscando al jefe fiscal,
Marcelo Olán se encontraba,
revisando un caso especial.
“¡Marcelo, vengo a cobrar!
Pues dicen que aquí en Reynosa,
los impuestos no han de faltar,
y la deuda es escandalosa.”
Marcelo, con calma y estilo,
se ajustó bien su corbata,
“Si vienes por los tributos,
¡te tengo la lista completa y grata!”
La calaca sorprendida,
se echó a reír sin piedad,
“¡Marcelo, que eficiente!
Pensé que ibas a escapar.”
Pero Marcelo, muy astuto,
a Adriana la licenciada llamó,
“Licenciada, ya llegó la huesuda,
¡y yo aquí la recibo con honor!”
La Huesuda, un poco ansiosa,
miró el escritorio atestado,
con papeles y facturas,
y un sistema bien ordenado.
“Con un equipo tan fuerte,
me voy ya muy asombrada,
este Marcelo no juega,
¡la licencia está bien respaldada!”
Y así la calaca se fue,
sin más impuestos que cobrar,
pues en Reynosa el fiscal,
¡ya no le dio qué revisar!
¡Marcelo fue astuto!
Con Adriana de jefa, ¡nadie le hace sustituto!