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Ministra Norma Piña advierte sobre el riesgo a los derechos humanos ante la politización de la justicia

Por Redacción SC.

En un contundente discurso durante la inauguración del 16 Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, la Ministra Presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, expresó su preocupación por el estado de los derechos humanos en México, subrayando que están en riesgo cuando el poder no puede ser contenido ni controlado.

Piña hizo énfasis en que uno de los principales objetivos del Poder Judicial es servir como un contrapeso al poder, especialmente en el contexto de la reciente reforma judicial aprobada por Morena y sus aliados. La ministra advirtió que la desaparición de la carrera judicial y la creciente politización de la justicia ponen en peligro el respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos.

«Los mexicanos están perdiendo su derecho a una justicia imparcial. La politización de la justicia y la erosión de la certeza jurídica no solo afectan a los ciudadanos, sino que también comprometen la confianza en el sistema judicial, crucial para el desarrollo económico y social del país», declaró.

Piña recordó que la historia ha demostrado que los derechos humanos están en peligro cuando un poder, de cualquier índole, carece de mecanismos de control. En este sentido, resaltó la importancia de la independencia judicial como un baluarte en la protección de los derechos humanos y un freno ante abusos de poder.

«Una verdad evidente es que un Poder Judicial independiente es fundamental para proteger los derechos humanos y actuar como contrapeso ante amenazas de abuso», afirmó. También destacó que la confianza de la sociedad en la judicatura depende de la independencia y responsabilidad de los jueces, características que deben ser mantenidas firmes, especialmente en tiempos de crisis.

La ministra advirtió que la democracia constitucional en México enfrenta momentos delicados y difíciles. «Como autoridades y ciudadanos, tenemos la obligación de cumplir las leyes y de respetar la democracia, el Estado de derecho y la independencia judicial», agregó.

Finalmente, Piña expresó la necesidad de un análisis profundo de la reforma judicial, señalando que existen múltiples voces que cuestionan sus implicaciones. «En una democracia, se escucha a todos y no se desoye a nadie», concluyó.

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