Educación y capacitación: claves esenciales para gobernar
Sin Filtros; por Brenda Ramos
En julio de 2022, la diputada local Macrina Vallejo Bello en Morelos presentó una iniciativa que buscaba un cambio fundamental en la administración pública: la profesionalización de los servidores públicos mediante certificaciones en competencias de legalidad y prevención de la corrupción. Este enfoque innovador aseguraría que quienes ocuparan cargos de poder estuvieran capacitados y preparados para enfrentar los retos de la gestión pública.
Este tipo de iniciativas son necesarias y fundamentales, sobre todo ahora que MORENA es el partido gobernante y que se vislumbra seguirá asumiendo prácticamente todos los cargos de poder, por lo que es crucial aplicar filtros rigurosos para asegurar que quienes obtengan estos puestos estén debidamente capacitados. Entre estos, se deberían implementar mecanismos que validen los estudios de quienes buscan un cargo público, pues no solo evitaría que cualquier persona incompetente accediera al poder, sino que también incentivaría la educación y serviría de ejemplo para que la ciudadanía valore el progreso académico.
En Tamaulipas, los datos más recientes disponibles provienen del Censo de Población y Vivienda 2020 realizado por el INEGI ofrecen un panorama actualizado hasta esa fecha y son la fuente más confiable para entender la situación educativa del estado.
Los indicadores educativos revelan avances, pero también desafíos que no pueden ignorarse. El grado promedio de escolaridad en el estado es de 10.1 años, equivalente a poco más del primer año de bachillerato, una cifra que supera el promedio nacional de 9.7 años. A pesar de ello, sigue habiendo una parte de la población que no ha tenido acceso a una educación completa: 48 de cada 100 personas mayores de 15 años han terminado la educación básica, mientras que solo 23 de cada 100 lograron completar la educación superior.
Además, aunque el analfabetismo en Tamaulipas es menor que el promedio nacional, 3 de cada 100 personas aún no saben leer ni escribir. Estas estadísticas refuerzan la necesidad de que los servidores públicos sean un ejemplo de formación y preparación, lo que, además, impulsaría a los ciudadanos a mejorar su nivel educativo.
Aquí es donde la iniciativa de Morelos podría inspirar a Tamaulipas. Una ley que certifique las competencias de los servidores públicos y de aquellos que buscan acceder a cargos de elección popular, no solo sería un paso adelante en la lucha contra la corrupción, sino también una extensión lógica del impulso a la educación, a fin de que los estudiantes se preparen para los retos profesionales pues sabemos que la educación no se limita a las aulas universitarias.
El gobernador Américo Villarreal es consciente de la importancia de la educación como herramienta fundamental para el desarrollo de Tamaulipas y hoy dio prueba de ello en el reciente 49 aniversario del Instituto Tecnológico de Victoria, al dar el banderazo para la construcción de un nuevo gimnasio, una obra que no solo mejorará la infraestructura, sino que refuerza el mensaje de que los jóvenes deben prepararse para las grandes oportunidades que esta época de transformación les ofrece. Durante su discurso, Villarreal resaltó que los estudiantes de hoy tienen una «buena suerte» al estar en instituciones preocupadas por estar a la vanguardia, preparándolos para ser competitivos en un mundo globalizado y con una visión humanista.
La construcción del nuevo gimnasio, con una inversión de más de 65 millones de pesos, es solo una muestra del compromiso del gobierno con la educación. Sin embargo, esta inversión en infraestructura debe ir de la mano con un esfuerzo más amplio por garantizar que quienes accedan a cargos de responsabilidad pública estén igualmente preparados. De la misma manera que los estudiantes deben estar formados para ser competitivos, los servidores públicos también deben cumplir con requisitos de preparación y formación sólida. La implementación de una iniciativa que certifique las competencias de quienes buscan ocupar cargos de elección popular o responsabilidades en la administración pública sería un paso crucial hacia un gobierno más eficiente y transparente.
La educación es la base sobre la cual se construye el progreso de una sociedad, y el gobernador ha cumplido con su compromiso de apoyar a las instituciones que forman a los futuros profesionistas de Tamaulipas. Ahora, el reto es extender este compromiso al sector público, asegurando que aquellos que ocupen cargos de poder también sean un ejemplo de preparación, responsabilidad y ética.
Tamaulipas está en el camino correcto, pero necesita dar el siguiente paso: El esfuerzo que se invierte hoy en la educación debe reflejarse en todos los niveles de la sociedad, especialmente en aquellos que tienen en sus manos el futuro del estado.