Paco Rojas
Por Oscar Díaz Salazar
Más de una década ha transcurrido desde la visita que hice a San Luis Potosí, invitado por el líder estatal del partido Convergencia por la Democracia, Emiliano Fernández Canales, para acompañar a un senador de la república, en uno de sus informes de actividades.
El recuerdo surge porque fue en esa ocasión cuando traté por primera vez a mi amigo Paco Rojas, que también era invitado a esa visita, por el regidor Alfredo Juarez.
Para cuando lo conocí, Paco ya tenía un nombre y un lugar en el periodismo. Con el tiempo nos fuimos tratando más. La referencia a la escuela secundaria donde estudiamos ambos, y la colonia donde residíamos de chamacos, él en la Aquiles Serdán y yo en la Ribereña, era motivo de debates, chascarrillos y descalificaciones políticamente incorrectos, pero muy divertidos.
Paco fue muy cercano a mi hermano, a mi amigo Alfredo Juárez y a mi compadre Alfredo Castro, por lo que resultaba obligado que nos hiciéramos amigos, y así sucedió con el tiempo.
Cuando fui protagonista de la vida pública de mi pueblo, me trató muy bien, y cuando me reintegre al periodismo, me abrió sus espacios y sus trincheras para publicar mis textos o dar mi opinión.
Publicaba mi columna en su Reynosa News, y me contactaba por teléfono o invitaba a la cabina para dar mi opinión sobre temas políticos.
Por supuesto que la amistad con Paco Rojas incluía desayunos, convivios, cafés, birongas, y largas tardes de conversación sobre múltiples temas.
Generoso y solidario con los amigos, persistente y agudo con los políticos, amoroso y protector con su hijo, así fue mi amigo Paco Rojas.
Expreso mis condolencias a sus deudos, a familiares y amigos.